Por primera vez en muchos años, el recorrido del Mundial no favorece a los intereses de España. Es importante tenerlo claro, recordar el perfil plano de la prueba mundialista que se disputará a mediados de mes en Qatar, antes de ponerse a criticar la lista del seleccionador nacional. En realidad, fuera quien fuera, nuestras opciones en la competición son escasas, pues no tenemos grandes velocistas. Dadas las circunstancias, no se podría haber hecho algo muy distinto, pienso. El equipo de España en Qatar está compuesto por muchos debutantes, lo cual siempre es buena señal de cara al futuro. Será un Mundial distinto, de transición, sin presión, pues la selección española no será favorita esta vez.
El equipo seleccionado por Javier Mínguez tiene punta de velocidad, como corresponde a un circuito como el de Qatar. Está formado por Carlos Barbero y Diego Rubio (Caja Rural-Seguros RGA), Jonathan Castroviejo, Imanol Erviti, Juanjo Lobato y Fran Ventoso (Movistar), David de la Cruz (Etixx-Quick Step), Omar Fraile (Dimension Data) y Luis Ángel Maté (Cofidis). En la prueba contrarreloj la gran baza será Castroviejo, flamante campeón de Europa. También competirá en la crono Erviti.
Será un Mundial raro, sí. Porque España no será favorita. Porque será la primera vez en mucho tiempo que no será de la partida Alejandro Valverde, seis veces medallista en los Mundiales (bronce en 2006, 2012, 2013 y 2014 y plata en 2003 y 2005). Porque el recorrido no se adecua a sus características. Tampoco estará, ya retirado aunque su equipo le obligó a volver a competir en Lombardía, Joaquim Rodríguez, la otra baza habitual en los últimos años en las citas mundialistas para España.
Hemos estado demasiado bien acostumbrados, con algún español en el podio, o siempre entre los favoritos, en cada Mundial. Ahora, un top 10 sería una fiesta. La gran opción para España, de hecho, no está en la prueba en ruta, sino en la contrarreloj, donde Jonathan Castroviejo, que acude a su sexto Mundial, sí tiene posibilidades de conseguir medalla, tras rozarla el año pasado en Richmond y acariciarla en los Juegos Olímpicos de Río. En ruta, tocará agitar la carrera y probarlo, con un rol diferente al que estábamos habituados, pero no necesariamente menos divertido.
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