Acabada la temporada ciclista, es turno para los eventos. Ayer se celebraron dos de primer orden, uno que echa la vista atrás, la entrega de los premios de la UCI, entregados en Abu Dabhi, dado el enlace de la máxima institución del ciclismo mundial con los petrodólares, y otro evento que mira al futuro, la presentación del recorrido del Tour de Francia del próximo año. El Tour se parece cada día un poco más a la Vuelta, que es también propiedad de ASO, la empresa organizadora de la Grande Boucle, sólo que con menos finales en altos. La escasez de kilómetros contrarreloj descompensa el recorrido de la carrera.
Los corredores sólo disputarán 36 kilómetros contra el crono. La prueba, que este año recorrerá cuatro países, comenzará con una contrarreloj individual de 13 kilómetros en Düsseldorf, que servirá más que otorgar el primer maillot amarillo que para marcar alguna diferencia. Hasta el penúltimo día, en Marsella, no volverán las cabras de contrarreloj, y será para una crono breve, inusualmente corta, de apenas 23 kilómetros. Y poco más.
El Tour busca abiertamente ponerle las cosas más difíciles a Chris Froome, quien con su exquisita educación de siempre declaró ayer en la presentación de la carrera que habría preferido más contrarreloj y que el recorrido beneficia a los escaladores puros, pero que el Tour cambia cada año y hay que aceptarlo. La ronda gala allana el camino a los favoritos franceses, con Romain Bardet al frente, y a Nairo Quintana. Que un francés vuelva a ganar la ronda gala por primera vez después del triunfo de Hinault en 1985 o que un triunfo del colombiano del Movistar abra de par en par las puertas del mercado latinoamericano a la ronda gala son dos objetivos comprensibles de la organización del Tour, dos razones para reducir hasta la mínima expresión los kilómetros contrarreloj. Es cierto que este cambio se circunscribe dentro de una tendencia más amplia. Si comparamos el peso de las cronos en los tiempos de Indurain, quien precisamente asentaba sus diferencias sobre sus rivales en las contrarrelojes, con el actual vemos cómo el ciclismo ha cambiado y esta especialidad ha ido perdiendo relevancia en todas las grandes pruebas.
El Tour, por lo demás, tendrá el próximo año cinco etapas de alta montaña con tres finales en alto y nueve de media montaña. El Tour innova y apuesta más por las trampas que por la sucesión de muchas etapas montañosas. Es la primera vez desde 1992 que el Tour pasará por las cinco cordilleras del país galo: los Vosgos, Jura, los Pirineos, el Macizo Central y los Alpes. Después del comienzo en Alemania, los corredores pasarán por Bélgica (final en Lieja, ciudad con resonancias de ciclismo añejo) y Luxemburgo antes de entrar en Francia en la cuarta etapa. Un día después, en la quinta, es turno de La Planche des Belles Filles, allí donde Froome y Nibali empezaron a cimentar sus victorias en 2012 y 2014. Tiene rampas inhumanas que superan el 20%.
Tras dos etapas presumiblemente propicias para el sprint, volverá la montaña con la llegada a la estación de Rousses, en la región de Jura. Más madera el día siguiente, el 9 de julio, pues la etapa no termina en alto, pero sí tras descender el Mont du Chat. Si algo ha hecho bien el Tour en los últimos años es, precisamente, no desdeñar el interés de situar la meta de algunas etapas justo tras el descenso de un puerto, donde a veces se pueden marcar más diferencias que en un final en alto.
Tras aquella etapa llegará el primer día de descanso. La primera gran etapa de la segunda semana del Tour será el día 13 de julio, un día antes de la fiesta nacional francesa. Será la duodécima etapa, ya en los Pirineos, con final en Peyragudes, tras ascender Balès y Peyresourde. El día siguiente el Tour vuelve a invitar a los ciclistas a jugársela en el descenso de último puerto, antes de la meta en Foix.
La montaña volverá en la tercera semana de carrera, con los Alpes en su esplendor en la etapa 17, con final en Serre Chevalier previo paso por la Croix de Fer y el Galibier. Al día siguiente, final en el Izoard, con 14 kilómetros al 7,3%, una cima donde también se correrá la carrera femenina, La Course, que este año será de montaña en lugar de celebrarse en el mismo circuito por los Campos Elíseos de París donde concluye la ronda gala. Un acierto de ASO. La penúltima etapa será decisiva, una crono de 23 kilómetros en Marsella donde se resolverá todo lo que aún no esté decidido.
El recorrido beneficia a los escaladores, como recalcó Chris Froome en el Palacio de Congresos de París. Por eso Alberto Contador reaccionó ayer en redes sociales alabando, con matices, el recorrido, aunque también recalcó que no hay demasiados finales en alto, "pero sí hay etapas duras con bajadas que pueden ser muy importantes". Romain Bardet, presente en el acto, dijo que el recorrido "no es especialmente duro, pero sí traidor". Y no es una mala definición. Adam Yates, la revelación de este año con su cuarto puesto en la general, celebró la reducción de kilómetros contrarreloj: "parece que me puede ir mejor que el de este año, con algo menos de contrarreloj y un par de subidas duras".
Además, la carrera se podrá seguir íntegra por televisión por vez primera en su historia. Por otro lado, volverán las bonificaciones en meta, de 10, 6 y 4 segundos para los tres primeros clasificados. La ronda gala presentó igualmente ayer el cartel oficial del Tour de Francia 2017, a la izquierda. Ojalá el espectáculo deportivo sea tan apasionante como anticipa ese colorido cartel y no tan pobre como el de este año.
Etapas
01-jul 1. Düsseldorf - Düsseldorf (CRI) 13
02-jul 2. Düsseldorf - Liège 202
03-jul 3. Verviers - Longwy 202
04-jul 4. Mondorf-les-Bains - Vittel 203
05-jul 5. Vittel - La Planche des Belles Filles 160
06-jul 6. Vesoul - Troyes 216
07-jul 7. Troyes - Nuit-Saint-Georges 214
08-jul 8. Dole - Station des Rousses 187
09-jul 9. Nantua - Chambéry 181
10-jul Descanso
11-jul 10. Périgueux - Bergerac 178
12-jul 11. Eymet - Pau 202
13-jul 12. Pau - Peyragudes 214
14-jul 13. Saint-Girons - Foix 100
15-jul 14. Blagnac - Rodez 181
16-jul 15. Laissac-Sévérac l'église - Le Puy-en-Velay 189
17-jul Descanso
18-jul 16. Le Puy-en-Velay - Romans-sur-Isère 165
19-jul 17. La Mure - Serre-Chevalier 183
20-jul 18. Briançon - Izoard 178
21-jul 19. Embrun - Salon-de-Provence 220
22-jul 20. Marseille - Marseille (CRI) 23
23-jul 21. Montgeron - Paris 105
02-jul 2. Düsseldorf - Liège 202
03-jul 3. Verviers - Longwy 202
04-jul 4. Mondorf-les-Bains - Vittel 203
05-jul 5. Vittel - La Planche des Belles Filles 160
06-jul 6. Vesoul - Troyes 216
07-jul 7. Troyes - Nuit-Saint-Georges 214
08-jul 8. Dole - Station des Rousses 187
09-jul 9. Nantua - Chambéry 181
10-jul Descanso
11-jul 10. Périgueux - Bergerac 178
12-jul 11. Eymet - Pau 202
13-jul 12. Pau - Peyragudes 214
14-jul 13. Saint-Girons - Foix 100
15-jul 14. Blagnac - Rodez 181
16-jul 15. Laissac-Sévérac l'église - Le Puy-en-Velay 189
17-jul Descanso
18-jul 16. Le Puy-en-Velay - Romans-sur-Isère 165
19-jul 17. La Mure - Serre-Chevalier 183
20-jul 18. Briançon - Izoard 178
21-jul 19. Embrun - Salon-de-Provence 220
22-jul 20. Marseille - Marseille (CRI) 23
23-jul 21. Montgeron - Paris 105
Premios de la UCI en Abu Dhabi
La UCI celebró ayer su gala de entrega de premios en un hotel de Abu Dhabi. Peter Sagan, que recogió el galardón a mejor corredor del año, sorprendió con un look atrevido (ver imagen). Nunca deja indiferencia el ciclista eslovaco, ni dentro ni fuera de las carreras. Eusebio Unzue recogió el premio al Movistar, que ha ganado otro año el World Tour de mejor equipo, y el presidente de la Real Federación Española de Ciclismo (RFEC), José Luis López Cerrón, acudió a la gala para recoger el premio a España como mejor país.
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