Hacía mucho tiempo que a la hora de hablar de los favoritos para un Mundial de ciclismo en carretera no tocaba enumerar a los velocistas más en forma del momento. Hoy se disputa la prueba femenina élite y mañana la masculina en Doha. Y el recorrido, totalmente llano, con sólo algunos tramos adoquinados y la posibilidad de que el viento aparezca y provoque abanicos como posibles alicientes, invita a pensar que, en efecto, los sprinters son los máximos candidatos a vestir de arcoíris. Ellos también tienen derecho a ser campeones del mundo, pero de la cita mundialista, la última gran prueba de cada año, se espera algo más. Y en este campeonato en Qatar, sufragado por los petrodólares, que responde a otra clase de intereses distintos a los deportivos, las expectativas están por los suelos. En todo caso, el Mundial es el Mundial. Es el más desangelado de la historia. Pero está en juego un maillot arcoíris para suceder a Peter Sagan. O para que el eslovaco repita, claro.
De hecho, este es quizá uno de los puntos más interesantes del Mundial de Doha. ¿Podrá Sagan revalidar su dominio mundial, después de haberse proclamado campeón de Europa? ¿Podrá repetir la victoria conseguida un año antes en Richmond? El corredor eslovaco no es un velocista puro y quizá necesitaría un recorrido más exigente para lograr algo que sería histórico. El belga Georges Ronsse ganó las ediciones de 1928 y 1929. Su compatriota Rik Van Steenberg hizo lo propio en 1955 y 1956, y en 1960 y 1961 también repitió triunfo en el Mundial en ruta el belga Rik Van Looy. El cuarto ciclista que ha conseguido esta hazaña es Paolo Bettini, que lo logró en 2006 y 2007. Sagan tiene la opción de emular a estos cuatro corredores.
No lo tendrá fácil el ciclista eslovaco, pues en Doha serán de la partida muchos de los mejores velocistas del mundo, que se enfrentan a su gran ocasión. Tal vez, la oportunidad de sus vidas. Quién sabe cuándo volverá a ser tan plano el recorrido de un Mundial. Por estado de forma, después de su apabullante recital en la París-Tours, un hombre muy a tener en cuenta es Fernando Gaviria. El corredor colombiano sueña con cerrar un año glorioso para su país vestido de arcoíris. Y tiene opciones reales de lograrlo, más allá de que no contará con un equipo amplio para controlar la carrera.
Todas las selecciones, como es lógico, han convocado a sus ciclistas más rápidos. Alemania, por ejemplo, tendrá como líderes a Andre Greipel, Marcel Kittel y John Degenkolb. Casi nada. Alta velocidad alemana. El Reino Unido se encomienda a Mark Cavendish, que tras ser el gran dominador de las llegadas masivas en el Tour de Francia intentará añadir a su excelso palmarés un campeonato del mundo en ruta. Francia apuesta por Nacer Bouhanni y Arnaud Demaré. El noruego Alexander Kristoff, el belga Greg Van Avermaet, el australiano Caleb Ewan, el italiano Giacomo Nizzolo, el noruego Edvald Boasson Hagen, el checo Zdenek Stybar o el holandés Danny Van Poppel son otros ciclistas con aspiraciones.
En cuanto a la selección española, le toca desempeñar un rol distinto al que estaba acostumbrada en los últimos años. No tenemos ningún favorito claro, porque hay sprinters mucho más destacados en otros países. Tocará intentar endurecer la carrera y hacer lo posible por buscar dar la sorpresa, algo que pone realmente difícil este circuito. Los representantes de España son Carlos Barbero y Diego Rubio (Caja Rural-Seguros RGA), Jonathan Castroviejo, Imanol Erviti, Juanjo Lobato y Fran Ventoso (Movistar), David de la Cruz (Etixx-Quick Step), Omar Fraile (Dimension Data) y Luis Ángel Maté (Cofidis).
La prueba la emitirá Teledeporte, como viene haciendo toda la semana.
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