Contador sueña con su último Tour

"El Tour de Francia es la carrera más grande del mundo. Es la carrera que tiene más impacto para los patrocinadores y para los aficionados. Es la carrera que te cambia la vida cuando la ganas una vez". La de Alberto Contador con el Tour de Francia es una historia de amor apasionado e incondicional. Cada año, su objetivo, su obsesión, es la ronda gala. Porque no hay una carrera igual. Porque allí alcanzó la cima de su carrera, porque la Grande Boucle le dio acceso al Olimpo del ciclismo. Estas declaraciones, procedentes de la entrevista que el ciclista de Pinto concedió al podcast de ciclismo de The Telegraph, confirman esa pasión desbordada del ahora corredor del Trek por la carrera francesa, que volverá a ser su meta en 2017. 


Es muy probable que la mejor versión de Contador haya quedado atrás. Es ley de vida. Ese ciclista imperial, portentoso, que destrozaba carreras, que era muy superior a sus rivales, forma parte del pasado. Pero perdura su esencia, el afán de victoria, la sed por triunfar, por perdurar. Nunca fue el principal objetivo de Contador agrandar su palmarés, o no sólo. Él quiere cautivar a los amantes del ciclismo. Convencer. Regalar hazañas portentosas, aunque luego no fructifiquen. El corredor del Trek tiene la virtud personalísima de que sea su carácter, su espíritu combativo, su capacidad de no darse jamás por vencido, lo más relevante, por lo que se le recordará. Más aún que sus múltiples victorias. Los corredores recordados, los héroes de siempre sobre una bicicleta, son aquellos que transmiten una emoción especial, que son capaces de todo, que sorprenden, que rompen los esquemas. Y eso Contador lo ha hecho siempre y lo sigue haciendo. 

Tiene una forma de correr especial, añeja, poco frecuente en el ciclismo de hoy. El conservadurismo no va con él. Ese arrojo a veces tiene premio, como en su memorable ataque camino de Fuente Dé, que le permitió adjudicarse la Vuelta a España en 2012, pero a veces no, como en el demarraje que protagonizó en la edición de este año de la ronda española, la que de verdad puso patas arriba la carrera. Él no fue el más beneficiado de ese movimiento, sino Nairo Quintana. Pero ahí estuvo como catalizador de la prueba, como protagonista del momento culminante de la ronda. 

Dice un refrán bastante antiguo y, creo, algo desatinado, que los amores reñidos son los más queridos. Probablemente en la vida no sea así, o deba serlo. Pero describe bien la relación de Contador con el Tour de Francia. La suerte no ha acompañado al pinteño en su carrera, la que adora, la que le encumbró, la que le ha dado todo. El año pasado, igual que el anterior, tuvo que retirarse, despedirse de su objetivo central de la temporada y rehacer su calendario para intentar aprobar el curso en la reválida de la Vuelta. Sólo pudo ser cuarto el año pasado en la ronda española. 

El Tour volverá a su objetivo en 2017. Ganó la ronda gala en 2007, 2009 y 2010 (aunque después se le desposeyó del triunfo por el positivo por clembuterol). También es doble ganador del Giro de Italia (2008 y 2015) y triple ganador de la Vuelta (2008, 2012 y 2014). El palmarés no gana carreras, pero sí sirve para recordar que estamos hablando de uno de los grandes corredores de la historia de este deporte. Y sirve, pues, para no desdeñar sus opciones en este gran reto que es volver al Tour para ganar, para colgar la bicicleta en los Campos Elíseos de París, pues en la citada entrevista indicaba el ciclista español que, si gana el Tour, se retirará el próximo año. 

Preguntado sobre por qué sigue su carrera y por qué el Tour vuelve a ser su gran objetivo, Contador expone tres motivos. "Es por diferentes razones. Lo primero porque mi nivel es alto y lo mantengo. Con los vatios tu puedes ver tu nivel respecto a años anteriores. La segunda es que la gente me pregunta '¿por qué vas? ¿por qué vas? ¿por qué vas?'. Y la tercera es que me apasiona mi trabajo. Si me divierto en carrera, ¿por qué no voy a continuar? Cuando tomo esa decisión, uno de los objetivos es intentar ganar el Tour de Francia. Si gano el Tour de Francia será el mejor momento para dejar el ciclismo", indica. 

Además, a Contador le atrae el recorrido del Tour 2017: "me gustan las contrarrelojes, no son malas para mí y es una ventaja respecto a Chris Froome. Y para el resto, creo que va a ser una carrera abierta para que haya diferentes tácticas respecto al año pasado, cuando hubo equipo muy fuerte que impedía los ataques y este año habrá más opciones para atacar". Ahora en el Trek, el rey busca recuperar su trono en París. Y el ciclismo y el espectáculo lo agradecen. 

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