Resumen del 2016 ciclista (I)

Ahora sí, se acerca el final del año y es tiempo de resumir lo vivido en los últimos 366 días. Un 2016 repleto de grandes carreras, con el añadido de cada cuatro años de los Juegos Olímpicos, y con clásicas y vueltas habituales. A partir de mañana resumiremos lo que ha dado de sí este año, pero el primer artículo recopilatorio del 2016 va dedicado a quienes han dado esta temporada sus últimas pedaladas como ciclistas profesionales. Y, entre todos los ciclistas que cuelgan la bicicleta este año, sobresale Fabian Cancellara. Uno de grandes de la historia de este deporte, Espartaco se retira con un palmarés abrumador y con la admiración de todo el pelotón internacional. 

Esta última temporada en activo no le ha salido exactamente como quería, es cierto, pero sí ha conseguido siete victorias y, sobre todo, un oro olímpico contrarreloj que fue el mejor broche a una carrera descomunal. Además de su victoria en Río, por delante de Tom Dumoulin y de Chris Froome, también ha ganado este año el Trofeo Serra de Tramuntana en Mallorca, una etapa de la Vuelta al Algarve, la Strade Bianche (su otra gran victoria esta temporada), un triunfo parcial en la Tirreno-Adriático y otro en la Vuelta a Suiza, más el oro en el nacional contrarreloj del país helvético.

Espartaco, la locomotora suiza, se va como uno de los contados miembros del Olimpo ciclista. Pocos corredores han despertado tanto respeto y admiración en el pelotón. Pocos han tenido tanto peso en la última década. Se lo ha ganado con su profesionalidad exquisita y con sus constantes victorias. Una de esas bajas de corredores imposibles de reponer, un ciclista único. Comenzó su carrera profesional en el Mapei (2000-2002), para seguir después en el Fassa Bortolo (2003-2005), en el CSC/Saxo Bank (2006-2010) y en la estructura del Trek (que antes se llamó Leopard y RadioShack). 

La generación más joven de aficionados al ciclismo sólo conocen las carreras con Cancellara, imponente sobre las piedras de las grandes clásicas, arrollador en las cronos, dispuesto a sorprender al pelotón en cada ocasión de mostrar su portentosa energía. Ha dejado muchos momentos inolvidables de ciclismo con mayúsculas. Su palmarés lo dice todo. Tres veces ganador del Tour de Flandes (2010, 2013 y 2014) y de la París-Roubaix (2006, 2010 y 2013), una vez de la Milán-San Remo (2008), campeón del mundo contrarreloj en cuatro ocasiones (2006, 2007, 2009 y 2010), vencedor de ocho etapas en el Tour de Francia y de tres en la Vuelta Ciclista a España, ganador de la Tirreno-Adriático en 2008, campeón olímpico contrarreloj en 2008 y en 2016, vencedor de la Vuelta a Suiza en 2009 y un largo etcétera. Uno de los más grandes de siempre. 

También Joaquim Rodríguez anunció su retirada este año. Aunque después fichó, con cierta intriga sobre su futuro, por el nuevo Bahréin Merida, sólo por si el equipo necesitaba sus puntos World Tour, finalmente 2016 ha sido el último año de Purito en activo. Y es otro de los ciclistas con los que hay que tomar aire para recitar de seguido su palmarés y, sobre todo, las emociones ha he hecho sentir encima de la bicicleta, lo mucho que ha transmitido todos estos años. Un corredor que derrocha carisma y cuya carrera se divide en dos partes, la primera, actuando como gregario de excepción de otros líderes y, la segunda, dando un paso al frente y asumiendo la jefatura de filas de su equipo, el Katusha ruso. 

El ciclismo le debe, y le deberá ya siempre, una gran vuelta a Joaquim Rodríguez, que a punto estuvo de ganar el Giro en 2012, y a quien ese mismo año se le escapó la Vuelta sólo por una genialidad impresionante de Alberto Contador. El ciclista catalán se retira sin ganar una gran vuelta, pero sí se lleva varios podios en Giro, Tour de Francia (tercero en 2013) y Vuelta a España. En el Mundial de 2013 consiguió la plata en el Mundial, cuando estuvo a punto de lograr la victoria, pero Rui Costa nos robó la cartera. Aquel incidente, con Valverde por detrás, deterioró algo la relación entre los dos ciclistas españoles, pero pronto volvió la cordialidad. 

Entre otras victorias de relieve, Purito ha ganado a lo largo de su carrera tres etapas del Tour de Francia, dos del Giro de Italia y nueve de la Vuelta a España; el Giro de Lombardía (2012 y 2013), la Flecha Valona (2012), la Volta a Catalunya (2010 y 2014)  o la Vuelta al País Vasco (2015). Seguirá ligado al ciclismo, en el equipo técnico del Bahréin Merida, así que en las carreras se seguirá disfrutando de su ironía y su sinceridad. 

Otro corredor veterano que cuelga la bicicleta este año es Xabi Zandio, quien a sus 39 años, se retira tras una extensa carrera dedicada a ayudar a otros líderes. El último, Chris Froome y los jefes de filas en las respectivas carreras del todopoderoso Sky. En su palmarés hay dos victorias, la Clásica de los Puertos de 2005 y la Vuelta a Burgos de 2008, pero siempre se ha dedicado a ser gregario de otros, primero en la estructura de Eusebio Unzué (iBanesto.com e Illes Balears, Caisse d'Epargne) y desde  2011, en el Sky. 

Ryder Hesjedal, ganador del Giro de Italia de 2012; Frank Schleck, ganador de una etapa en la Vuelta y socio de lujo de su hermano Andy en los Tour de Francia, y Jean Cristophe Peraud, podio del Tour en 2014, son otros nombres ilustres que cuelgan la bicicleta este 2016. 

Mañana: Las grandes vueltas. 

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