Resumen del 2016 ciclista (II)

Tras hablar de algunos de los ciclistas que se retiran este año, hoy toca empezar a resumir las más destacadas pruebas de la temporada. Empezamos por las tres grandes vueltas, Giro, Tour y Vuelta. No extraña, porque lleva pasando algo similar durante muchos años, que la ronda italiana haya ofrecido mucho más espectáculo que la francesa, donde el incontestable dominio del Sky de Chris Froome anuló cualquier atisbo de rebelión casi desde el principio de la prueba. Más disputa hasta el final hubo en el Giro, que tanto le costó ganar a Vincenzo Nibali, y en la Vuelta, donde Nairo Quintana pudo exhibir todo ese poderío que le faltó el mes de julio en las carreteras francesas. 


Ganó Nibali su segundo Giro, sí, pero tuvo que lucharlo hasta el último metro. Le costó mucho. Tanto que, sólo unos días antes de que El Tiburón asestara el golpe definitivo a la carrera, se le preguntó sobre su retirada de la corsa rosa. Porque no había mostrado aún su mejor versión. Porque parecía claro que poco tenía que hacer. Pero el corredor italiano jamás se da por vencido. Se recompuso en la parte final y se impuso a un Johan Esteban Chaves, segundo, que no para de crecer y que este año ha certificado lo que ya dejó entrever en la edición de 2015 de la Vuelta, que es un hombre a seguir en las carreras de tres semanas. 

Mención especial merece Steven Kruijswijk, que fue el gran dominador de la carrera transalpina hasta que una desafortunada caída en Agnello le retiró de la lucha por la victoria, cuando vestía de rosa. Con todo, no colgó la bicicleta y continuó en la carrera, para terminar cuatro. No fue justa esta vez la diosa Fortuna con el corredor holandés, que resucitó en el Giro las inmejorables sensaciones que despertaba hace unos años. Por supuesto, Alejandro Valverde, tercero, podio en el Giro en su debut en la carrera, también se ganó en la carrera italiana que aumentáramos aún más, si eso es posible, nuestr admiración por él. El sexto puesto de Bob Jungels, el mejor joven de la carrera, la irrupción de Primoz Roglic, el dominio en el sprint de Marcel Kittel y André Greipel, o la victoria de etapa y la presencia constante en las fugas de Mikel Nieve  son otros de los hitos de la pasada edición del Giro, que el año que viene celebra su edición centenaria. 

Chris Froome no dio opciones reales a sus rivales este año en el Tour. Consiguió su tercera victoria final en la Grande Boucle, distinta a las dos anteriores, pero con idéntico resultado. El corredor británico nacido en Kenia fue el más fuerte cuesta arriba y en las cronos, pero esta vez también le vimos sorprender a sus rivales en el descenso, algo inédito, con un estilo tan peculiar como el que tiene al subir, pero igual de efectivo. Y hasta se animó a meterse en un corte en una etapa llana, a la rueda de Peter Sagan. Un triunfo apabullante de uno de los grandes ciclistas de la historia del ciclismo. 

Quintana, que tenía el sueño amarillo como su gran reto para esta temporada, no estuvo en ningún momento cómodo. El corredor colombiano achacó a problemas de salud esa falta de fuerzas que le impidió plantar cara, ni siquiera remotamente, a Froome. Aun así, acabó tercero. El segundo puesto del podio final en París lo ocupó Romain Bardet, quien protagonizó quizá el ataque más valiente de esta edición del Tour, en la etapa 19. Además de la victoria parcial y el segundo puesto que se lleva, Bardet sale del Tour 2016 con la convicción de que es la esperanza del ciclismo francés para recuperar su carrera. 

La batalla por la general no estuvo realmente viva, pero hubo otras batallas más interesantes en un Tour que, es cierto, no será recordado como el más apasionante. Pero el Tour es el Tour. Vimos a un Peter Sagan triunfal, ganando el maillot verde y tres etapas, exhibiéndose en todos los terrenos. Presenciamos el regreso por la puerta grande de Mark Cavendish, rey de las llegadas masivas. asistimos a la mejor gran vuelta hasta la fecha de un tan joven como solvente Adam Yates, disfrutamos con un Tom Dumoulin despreocupado de la lucha por la general, pero activo y atacando, o celebramos la victoria de etapa de Ion Izagirre, la única del ciclismo español. 

En la Vuelta a España, Froome y Quintana se invirtieron los papeles respecto al Tour. Esta vez fue el ciclista colombiano del Movistar el que dominó la carrera, mientras el aguerrido corredor del Sky mostró su cara más humana, intentando, sin lograrlo, arrebatar el maillot rojo a Quintana. El momento cumbre de la Vuelta lo desencadenó Alberto Contador, quien no se llevó premio a su osadía, pero sí logró emocionar a los amantes del ciclismo como sólo él sabe hacer. Acabó cuarto en la general, pues en la última etapa de montaña tiró de valentía y arrojo Esteban Chaves, segundo en el Giro y tercero en la Vuelta en la mejor temporada de su vida. Un año de ensueño para el ciclista colombiano. 

La ronda española volvió a tener un altísimo nivel, tanto de participación, con dos de los tres primeros del Tour de Francia en su podio, como en espectáculo. Froome lo intentó constantemente, hasta el último día, pero esta vez fue Quintana el líder sólido e imbatible, y él, el candidato que busca sin éxito descabalgarle del primer puesto. La profesionalidad de Froome, quien lo da todo en la Vuelta tras ganar el Tour, carrera que por sí sola justifica una temporada, queda clara cada año cuando llega la carrera española. Quintana, por su parte, consiguió su segunda grande y con esta victoria calma los ánimos de quienes se sintieron decepcionados por su tercer puesto en el Tour, olvidando que es un puesto de honor y que el ciclista colombiano es insultantemente joven. 

Otros nombres de la Vuelta fueron Gianni Meersman y Magnus Cort, dos veces ganadores de etapa; David de la Cruz, octavo en la general y vencedor de una etapa o Simon Yates, quien también logró un triunfo parcial en una Vuelta entretenida y disputada. 

Mañana: JJOO, Mundial y otras carreras. 

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