Tom Boonen: el adiós de una leyenda

El domingo fue un día especial. No ya porque se disputara la París-Roubaix, la prueba más apasionante del calendario ciclista, sino también, o sobre todo, porque el Infierno del Norte de este año fue la última competición como profesional en activo de Tom Boonen. Y no todos los días toca despedir a una leyenda del ciclismo. El corredor belga, con 36 años, cuelga la bicicleta y deja tras de sí una trayectoria profesional impecable y difícilmente igualable. En su país el ciclismo, sobre todo el de las clásicas, es una religión que se venera, y Boonen ha sido en los tres últimos lustros uno de sus mayores profetas


Boonen, conocido como Tommeke o Torpedo en el pelotón, comenzó su trayectoria con un fugaz paso por el US Postal, donde apenas estuvo en la temporada 2002. El ciclista belga venía de brillar en pruebas de categorías inferiores, como la París-Roubaix de amateurs, donde logró entrar en el podio. En su primer año como profesional ganó una etapa de la Uniqa Classic y otra de la Volta a Catalunya, mostrando su punta de velocidad, que sería una de sus grandes armas en adelante. Se marchó la temporada siguiente al Quick-Step, escuadra donde construyó su historia entre 2003 y este año. 


El palmarés de Boonen es apabullante. Campeón del mundo en 2005, en el Mundial disputado en Madrid en el que pudimos ver en vivo al corredor belga imponerse a Alejandro Valverde en el sprint final en el Paseo de la Castellana, sus mayores logros llegaron en primavera. Boonen ganó cuatro veces la París-Roubaix (en 2005, 2008, 2009 y 2012) y tres veces el Tour de Flandes (en 2005, 2006 y 2012). Pero también fue repetidor en muchas otras clásicas, como la E3 Harelbeke (2004, 2005, 2006, 2007 y 2012), la Gante-Wevelgem (2004, 2011 y 2012) o la Scheldeprijs (2004 y 2006). 

Además de las piedras de dos de los monumentos del ciclismo, Boonen también se hizo amo y señor del Tour de Qatar, que venció en 2006, 2008, 2009 y 2012. En las grandes vueltas también se dejó ver, con seis triunfos de etapa en el Tour de Francia, más un maillot verde de la regularidad en la ronda gala de 2007, y dos triunfos parciales en la Vuelta Ciclista a España. Boonen fue profeta en su tierra, pues se proclamó campeón de su país en 2009 y 2012. La única mancha en su carrera fue un positivo por cocaína, fuera de competición, en 2008. Boonen también consiguió triunfos, entre otras carreras, en la Vuelta a Andalucía, Vuelta a Bélgica, París-Niza, Vuelta a Suiza, Tour de Bretaña, Kuurne-Bruselas-Kuurne, A través de Flandes, Tour de California, Vuelta a Austria o Eneco Tour

Este último año de su carrera, en el que tuvo la París-Roubaix y el Tour de Flandes como sus principales y últimos objetivos, ha conseguido sólo una etapa en la Vuelta a San Juan. Boonen consiguió ser protagonista en el Infierno del Norte hasta el final, y se marcha dejando un buen sabor de boca. "Para mí esta es la mejor carrera del mundo. La amo. Simplemente ha llegado el momento de dejarlo. Llevo sintiendo que debía ser así desde el pasado año", declaró Boonen al final de su última carrera como profesional, en la que renunció a dar una vuelta de honor en el velódromo de Roubaix, porque no había ganado. También dijo que no había pensado en que era su última prueba hasta la pancarta de los cinco últimos kilómetros. "Entonces he pensado: son los últimos cinco kilómetros de mi carrera. Empiezas a pensar que es la última vez, la última vez en el velódromo. Pero así es la vida". Se va un grande del ciclismo. Una leyenda a la que se echará de menos, sobre todo, en primavera. 

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