El Tour de Francia ha pasado tres veces por la La Planche des Belles Filles, la durísima ascensión en los Vosgos que ha acogido el final de etapa de hoy. La primera vez se impuso Bradley Wiggins, quien después se adjudicó la victoria en la general final. Venció Vincenzo Nibali después, para terminar igualmente imponiéndose en la general final. Y hoy ha sido Fabio Aru el vencedor de la etapa. No queremos decir que el ciclista de Astana va a ganar el Tour, pero sí que ha presentado con contundencia su candidatura, desafiando al todopoderoso Froome y a Richie Porte, el máximo rival del ciclista británico nacido en Kenia, al menos hasta que hoy Aru ha dejado claro su excelente estado de forma y su ambición, siempre irrenunciable, siempre extraordinaria.
El campeón italiano, que es un ganador de la Vuelta a España y podio en el Giro, tuvo que cambiar su planificación de la temporada por problemas de salud. Tenía en mente el Giro del centenario, pero tuvo que enfocarse en la Grande Boucle. Ganó con autoridad el campeonato italiano y hoy ha sido el primero de los grandes candidatos en atacar en el primer final en alto. Mientras Froome y Porte se vigilaban y Sky mostraba fortaleza (no tanta como otras veces), Aru no se lo ha pensado dos veces y ha soltado un demarraje descomunal que nadie ha podido seguir. Valiente, aguerrido, de los que nunca miran para atrás, el corredor italiano del Astana ha dado el primer golpe sobre la mesa, lo que le ha permitido ganar su primera etapa en el Tour. Y, lo que es más importante, dejar claro que viene a la ronda gala con el objetivo de ganar.
Tras el ataque de Aru, cuando ya había cedido Michal Kwiatkowski y sólo le quedaban a Froome dos de sus gregarios, Geraint Thomas y Sergio Henao, el ciclista británico nacido en Kenia ha atacado. Como siempre, en la primera etapa de montaña, quiso lanzar un mensaje a sus rivales. Demarró con fuerza, pero no la suficiente para cazar a Aru ni para descolgar a Richie Porte, Romain Bardet, Simon Yates y Dan Martin. Sí cedieron, mostrando sus primeras debilidades, Alberto Contador y Nairo Quintana. El primero sabe que, en igualdad de condiciones, llegando de la mano de Froome y compañía, tiene poco que hacer ante los grandes favoritos. El segundo llegaba a la carrera francesa generando dudas, al llegar desde el Giro, y hoy no ha hecho más que confirmar esas incertidumbres.
Emulando a Sabina, que canta aquello de "que ser valiente no salga tan caro, que ser cobarde no valga la pena", la osadía ha tenido premio para Aru. El corredor italiano ha aventajado en 20 segundos a Froome y Porte, 24 segundos a Romain Bardet, 26 segundos a Simon Yates, Rigoberto Urán y Alberto Contador, y 34 segundos a Nairo Quintana.
Se podría decir que, como canta Julio Iglesias, la vida sigue igual, pues tras la primera etapa de montaña, como de costumbre, Froome se ha puesto líder. Es verdad que Sky no ha parecido hoy tan fuerte y que el tres veces ganador del Tour no está haciendo una temporada tan arrolladora como las anteriores. Pero ahí está, ya de amarillo, sacando distancia a todos sus rivales. Saca 12 segundos a su compañero Geraint Thomas, 14 segundos a Fabio Aru, 25 segundos a Dan Martin, 39 segundos a Richie Porte, 43 segundos a Simon Yates, 47 segundos a Romain Bardet, 52 segundos a Alberto Contador, 54 segundos a Nairo Quintana y 1:04 a Rafal Majka.
Mañana y pasado mañana, turno para los velocistas, antes de que el sábado regrese la montaña y los duelos entre los favoritos. De la etapa de hoy sólo se pueden sacar como conclusiones que Froome y Porte confirman su candidatura, al tiempo que Aru desafíó con contundencia al patrón del Tour y a su mayor enemigo. Queda mucho Tour por delante, con tres hombres como los más fuertes y muchos aspirantes que aún tienen mucho que decir.
Jan Bakelants (AG2R-La Mondiale), Mickaël Delage (FDJ), Edvald Boasson Hagen (Dimension Data), Philippe Gilbert (Quick-Step Floors), Thomas De Gendt (Lotto-Soudal), Thomas Voeckler (Direct Energie), Dylan Van Baarle (Cannondale-Drapac) y Pierre-Luc Périchon (Fortuneo-Oscaro) han sido los componentes de la escapada del día, protagonistas también de una etapa muy atractiva, la mejor de lo que llevamos de Tour.
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