Barguil repite y Froome acaricia su cuarto Tour




Hay etapas que comprimen casi todos los alicientes del ciclismo, lo que hace especial este deporte. La jornada alpina de hoy en el Tour de Francia, con final en el Izoard, es una de ellas. Se ha visto de todo en una jornada apasionante, con muchas alternativas, con ataques y movimientos interesantes. Muchos nombres propios ha tenido la etapa de hoy, empezando por los 52 corredores que formaron la escapada del día, pero dos destacan por encima del resto: Warren Barguil, quien ha sentenciado su triunfo en la clasificación de la montaña de la mejor manera posible, ganando la etapa; y Chris Froome, que acaricia su cuarto Tour de Francia, aunque no ha conseguido incrementar su distancia respecto a Romain Bardet y Rigoberto Urán

El Tour de Barguil, en el top 10 de la general, es espectacular. Naturalmente, ha centrado más atención la abierta lucha por la general, pero el escalador francés del Subweb ha sido uno de los protagonistas indiscutibles de esta carrera. Dos triunfos de etapa y el maillot blanco a puntos rojos que la acredita como líder de la montaña. Su descomunal actuación en la ronda gala redondea un Tour exquisito de su equipo, que también se llevará el maillot verde, gracias a Michael Matthews, ganador así mismo de dos etapas en este Tour. "No podíamos ser menos que los chicos del Giro", declaró ayer Matthews, aludiendo al triunfo en la general de la corsa rosa de Tom Dumoulin. 

Habrá fiesta grande esta noche en el hotel del Subweb. También en el del Sky. Chris Froome no ha sentenciado el Tour de Francia. Sale de la jornada de hoy, en la que ha dado libertad a Mikel Landa para intentar acercarse al podio en un movimiento valiente que no ha tenido premio, con 23 segundos de ventaja sobre Bardet y 29 segundos sobre Urán. En condiciones normales, Froome debería ganar la carrera. Es, con mucha diferencia, el mejor contrarrelojista de quienes disputan este Tour. Pero llegar con tan escaso margen a la crono final de Marsella, que se disputa el sábado sobre un trazado de 22,5 kilómetros, no da demasiada tranquilidad al ciclista británico nacido en Kenia. No puede permitirse ningún contratiempo. 



Si no ocurre nada extraño, Froome se proclamará vencedor de su cuarto Tour, en una carrera totalmente distinta a la de las rondas galas anteriores. No ha sido el gigante dominador de la prueba de otras veces. Ha resistido los ataques de sus rivales, pero no les ha descolgado en ninguna gran etapa de montaña. Al final, asentará su victoria en la regularidad que ha exhibido, en la fortaleza inconmensurable de su equipo (sublimes Kyrienka, Kwiatkowski, Nieve y Landa) y, sobre todo, en su poderío en la contrarreloj. Sacó más tiempo sobre sus rivales en la etapa contrarreloj prólogo en Düsseldorf que en el resto del Tour. Y posiblemente ampliará su renta sobre sus rivales en la crono final del sábado. 

Hoy, que es el día nacional de Colombia, los amantes del ciclismo de aquel país han seguido de cerca a tres ciclistas: Nairo Quintana, que ha vuelto a perder tiempo y que el año que viene tendrá a Mikel Landa como compañero en el Movistar, según ha asegurado hoy Onda Cero; John Darwin Atapuma, que ha entrado en la fuga y ha estado a punto de ganar la etapa, y Rigoberto Urán. El ciclista del Cannondale está a seis segundos de Bardet y a 29 segundos de Froome. Es mejor contrarrelojista que el ciclista francés del Ag2r, por lo que tiene muchas opciones de terminar segundo está carrera. 

Nada se le puede reprochar a Bardet. Salvo sorpresa mayúscula, no será este año el primer ganador francés del Tour en más de tres décadas, y posiblemente empeorará su segunda posición del ejercicio pasado. Pero en las tres últimas semanas se ha mostrado como un futuro ganador del Tour. Ambicioso, valiente, aguerrido. Lo ha probado siempre. Hoy ha puesto a trabajar a su equipo, buscando resquebrajar al todopoderoso Sky (misión imposible) y arañar al menos unos segundos de bonificación en meta (se ha llevado cuatro, al terminar tercero en la etapa). Bardet lleva una carrera excelente en la que ha hecho todo lo que ha estado en su mano para asaltar el maillot amarillo. 

La jornada de hoy ha tenido otros nombres propios. Por ejemplo, los de Thomas De Gent y Dani Navarro, infatigables, que han vuelto a meterse en la escapada del día. Y, por supuesto, Alberto Contador. Extenuado tras el enorme esfuerzo de ayer, aún le han quedado fuerzas para moverse hoy en el Izoard en busca de la etapa. A su rueda saltó Barguil, ganador de la etapa finalmente. Genio y figura Contador. 

Este Tour, que ganará si no sucede nada inspirado el próximo sábado Chris Froome, nos deja otras conclusiones que iremos desgranando los próximos días. Una de ellas es que Mikel Landa ha demostrado que es un hombre Tour, aunque él tiene el Giro entre ceja y ceja. Parece que comandará al Movistar en el Giro el próximo año, mientras que Quintana, a pesar de los rumores sobre su salida, será el jefe de filas del equipo telefónico el próximo año en la Grande Boucle. Costará no ver a Landa como candidato con libertad absoluta en el próximo Tour, pero es joven y tiene mucho futuro por delante. El ciclista vasco es cuarto en la general, después de haber luchado en el Giro, sin aspirar a la general por culpa de una caída (aquella maldita moto), pero metiéndose en las fugas  casi cada día. No es que nos pille de sorpresa, pero Landa ha vuelto a dejar claro en este Tour que es el mejor escalador del mundo y que tiene un enorme carisma de campeón. 

La otra conclusión tiene que ver con el ciclismo francés. Hablábamos antes de Bardet, que repetirá en el podio por segundo año seguido, y de Barguil, que hoy ha ganado su segunda etapa en este Tour, que suma a su triunfo en la clasificación de la montaña. El descomunal Tour para los franceses se cerrará con cinco triunfos de etapa: las dos de Barguil, una de Bardet, otra de Arnaud Démare y una más de Lilian Calmejane, un escalador colosal. Y, además, Francia sitúa a dos ciclistas en el top 10. Igual que España, con Landa cuarto y Contador, noveno.  Pero nuestro país se va de vacío en relación a las victorias de etapa. Este Tour ha sido el más francés en mucho tiempo, gracias a ciclistas jóvenes que prometen grandes alegrías al ciclismo galo. 

Mañana, jornada propicia para el sprint o para una escapada, antes de la crono final de Marsella. 

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