De vez en cuando el Tour tiene etapas en las que el interés se reduce al desenlace, siempre espectacular e intenso porque está en juego un triunfo parcial en la mayor carrera del mundo, y al paisaje, ya que la ronda gala es el mejor escaparate posible de Francia. Hoy ha sido uno de esos días. Si exceptuamos el esfuerzo de los tres escapados (Perrig Quemeneur, del Direct Energie; Frederik Backaert, del Wanty: y Vegard Stake Laengen, del UAE) y el apasionante sprint final, en el que se ha impuesto Marcel Kittel (Quick-Step Floors), poco atractivo ha tenido la sexta etapa del Tour.
Tan poco atractivo que, como todos los años, no son pocos los que se preguntan qué sentido tienen estas etapas de más de 200 kilómetros totalmente llanas y con un final cantado al sprint. Hasta Alberto Contador ha dicho hoy tras la etapa que estás jornadas son más bien inútiles y que se podrían haber quedado en el hotel. No piensa lo mismo, naturalmente, Kittel, quien suma su segunda etapa en este Tour y su undécimo triunfo en la historia de la carrera. Iguala así a André Greipel (Lotto Soudal), uno de sus rivales en la llegada de hoy, como el segundo alemán con más triunfos en la historia del Tour. Sólo tiene por delante a Erik Zabel, con doce, por lo que tiene opciones reales de superar al corredor ya retirado. La primera oportunidad llegará mañana, con otra etapa propicia para el sprint.
Mientras se disputaba la más anodina etapa de lo que va de Tour, la atención del mundo ciclista estaba más centrada en una reflamación del Bora, el equipo de Peter Sagan, ante el TAS para pedir que el Tour readmitiera al corredor eslovaco. La razón es que un artículo del reglamento de la UCI impide a los jueces expulsar a alguien de una carrera sin escuchar antes su versión, algo que, según Bora, no ocurrió en este caso. El TAS ha dicho poco después que no admite la reclamación, por lo que este ultimo capítulo de la polémica por la expulsión de Sagan se ha extinguido rápido. Continuará.
Hoy, otro corredor que está fuera del Tour mucho antes de cuenta, Alejandro Valverde, ha transmitido un mensaje de optimismo. El ciclista murciano, que tuvo que retirarse de la prueba tras sufrir una dura caída en la contrarreloj inicial, ha hablado desde el hospital de Düsseldorf dónde está ingresado con Onda Cero. Ha dicho que espera que en un mes y medio vuelva a pedalear. Con actitud optimista, después del mazazo de la caída, parece que no debemos temer el peor escenario posible, que era una retirada del ciclismo por culpa de esta maldita carrera de uno de los mejores corredores de todos los tiempos.
Además, al tiempo que se corría la sexta etapa del Tour, las corredoras que participan en el Giro de Italia femenino corrían la séptima etapa de la carrera. La española Sheyla Gutiérrez se adjudicó la victoria.
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