Mollema vence y Landa salva a Froome


Cuando la realización televisiva se queda casi sin cámaras para mostrar todo lo que está pasando en la carrera es que se vive un día apasionante de ciclismo. Es lo que ha ocurrido hoy en la decimoquinta etapa del Tour de Francia, en la que hemos visto una bella batalla por la victoria parcial, que se ha llevado Bauke Mollema, y también un momento de mucha tensión entre los favoritos de la general, con Chris Froome sufriendo por un valiente movimiento del Ag2r y un problema mecánico en su bicicleta, del que Mikel Landa ha rescatado al ciclista británico nacido en Kenia. Apenas ha cambiado nada en la general, más allá de que Dan Martin ha logrado situarse quinto en la general por un ataque en el descenso del último puerto, pero la etapa ha ofrecido un espectáculo excepcional, anticipo de lo que está por llegar en las etapas alpinas del miércoles y el jueves. 

Por partes. La formación de una fuga numerosísima invitaba a pensar en una etapa de transición para los aspirantes a ganar el Tour. La escapada tenía 28 miembros, con ciclistas de mucho nivel. Entre otros, Warren Barguil, Tony Martin, Michael Matthews, Thomas De Gent, Thibaut Pinot, Bauke Mollema... Muchos quilates en la fuga. Martin, uno de los mejores rodadores del mundo, se marchó por delante en solitario dejando atrás a todos los componentes de la escapada. Parecía claro que lo tenía difícil para ganar la etapa, ya que quedaba por delante un puerto de primera y otro de cuarta. Pero dio un recital. Cuando lanzó su ataque, la diferencia del grupo cabecero respecto al grupo del líder era de siete minutos. En unos pocos kilómetros, Martin les sacaba ya nueve minutos. 

Mientras el corredor alemán se exhibía en solitario por delante, aunque se desinfló en cuanto se empinó la carrera, en el grupo de los favoritos, donde menos se esperaba, el Ag2r desencadenó una emboscada que dejó fuera de juego al Sky. El líder de la carrera se quedó cortado, igual que Nairo Quintana, mientras que Landa siguió en el grupo de Romain Bardet, jefe de filas del equipo galo que ha desatado las hostilidades en un tramo de descenso, y de Fabio Aru, donde rodaban también los otros grandes corredores de la carrera francesa. Cuando Froome logró al fin contactar con el grupo, el ciclista británico nacido en Kenia tuvo que parar para cambiar de bicicleta. No está nada claro que el líder se quedara descolgado por la avería mecánica. No sabemos bien si empezó a agitar la carrera Ag2r y después llegó el problema de Froome o si el equipo francés se enteró de la avería del mailllot amarillo y por eso decidió tirar a bloque del gran grupo. La historia cambia, claro, pero este movimiento revela que Bardet va a por todas. 

Ha pasado apuros Froome, muchos más de los que nos tiene acostumbrados. Tan mal lo ha pasado que, una vez se quedó sin Mikel Nieve, tuvo que descolgarse del grupo de favoritos Mikel Landa para ayudar al líder a reintegrarse entre sus rivales. Hace cinco años, en el Tour que ganó Bradley Wiggins con Froome de gregario, este último quiso dejar claro en cada ocasión que se le presentaba que era más fuerte que su jefe de filas. Un lustro después, es Froome el líder y Landa el gregario que demuestra que va mucho más fuerte que él. Hoy ha dado un recital auténtico, parándose a ayudar a Froome y respondiendo a cada ataque con una facilidad pasmosa. Es el más fuerte de la carrera, igual que lo fue en el Giro de 2015, y entonces estuvo supeditado a su líder, Fabio Aru. 

No hay muchas más vueltas que darle, en todo caso, a la situación de Landa. El líder del Sky es Froome y punto. Y además el equipo británico lo está haciendo muy bien, jugando con inteligencia sus dos bazas. Cuando Froome ha tenido hoy el problema, Landa se quedó en el grupo delantero, lógicamente, y sólo se detuvo para ayudar al líder cuando estaba a una distancia prudencial para que un hipotético ataque de Aru o Bardet no les dejara en fuera de juego. Froome ha salvado la situación de peligro. Sigue sin ser el ciclista dominador de otros años, pero está fuerte. Su decisión de esprintar en la parte final denota quizá cierto nerviosismo. No es para menos, llegados a este punto nunca en la historia del Tour había cinco corredores tan juntos en la parte alta de la general. Froome sigue siendo el máximo favorito, sobre todo por la crono del próximo sábado en Marsella, pero tendrá que emplearse a fondo para contener a sus rivales en los Alpes. 

Sus rivales también empiezan a ver mermadas sus fuerzas. Sólo así puede explicarse que, con Froome descolgado, Bardet, Aru y Urán no atacaran, aunque también podría ser que no quisieran demarrar por el problema mecánico del ciclista del Sky. Quien sí atacó en la parte final fue Dan Martin, quien ha logrado suficiente renta como para ponerse quinto en una general que sigue comandando Froome con 18 segundos sobre Fabio Aru, 23 segundos sobre Bardet, 29 segundos sobre Urán, 1:12 sobre Martin y 1:17 sobre Mikel Landa. 

Alberto Contador, que es noveno en la general a 5:37, ha estado entre los favoritos, lo que invita a pensar que puede ser protagonista de la carrera en los Alpes. Mucho peor le han ido  las cosas a Nairo Quintana, que se ha dejado casi cuatro minutos en una jornada aciaga para el Movistar. El equipo español no metió a nadie en la fuga numerosa, algo anormal teniendo en cuenta que era una escapada de casi 30 personas. Y después, en la emboscada propiciada por Ag2r, se ha descolgado para terminar despidiéndose de cualquier mínima opción que le quedara en este Tour. Ahora deberá cambiar el chip e intentar exprimir las (pocas) fuerzas que le queden para buscar victorias de etapa en los Alpes. 

Mañana, jornada de descanso, que servirá para analizar lo que queda por delante en el Tour más apasionante e incierto de los últimos años. 

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