Sagan estrena su festival de verano



El verano es tiempo de festivales. Cine, música y teatro invaden las ciudades para disfrutar al aire libre de las vacaciones, el sol y las noches más largas del año. Peter Sagan vive en un festival permanente, pero su gran espectáculo se celebra siempre en julio. Es cuando comienza el Tour de Francia cuando el ciclista eslovaco del Bora ofrece su mayor recital. Gana y se exhibe durante todo el año, pero es la Grande Boucle el escenario de su más espectacular festival veraniego. Ayer regaló su primera parte del show, un recital deslumbrante sólo al alcance de unos pocos. 

Está Sagan en ese grupo de elegidos, entre los mejores ciclistas del mundo. Sin duda, el más carismático. "¿Presión? No sé que es la presión", declaró el ciclista del Bora tras ganar la etapa de ayer de la ronda gala, que terminaba en un puerto de tercera, con ramos muy duras. Es el campeón del mundo por segundo año consecutivo, en etapas como la de ayer (y en tantas otras) es el favorito y el hombre más vigilado, tiene un equipo tras él, es el corredor con más carisma de cuantos componen el pelotón. Pero él corre como si no existiera  la presión. Incluso cuando  tuvo que soportar que dijeran de él (¡de él!) que era un segundón. Y lo hizo. Para seguir ganando, para lucirse carrera tras carrera. 

Suma ya 99 victorias como profesional Peter Sagan, nada menos. Es una auténtica estrella, de lo mejor que le ha pasado al ciclismo en muchos años porque grandes corredores como él hay pocos, pero grandes corredores tan mediáticos hay muchos menos. Ninguno, diríamos. No es un hombre de la general, pero cada año en el Tour se exhibe. El maillot verde de la regularidad es su segunda piel en verano. Y consigue etapa casi por norma. Es su hábitat natural. Ayer contó con la ayuda de su equipo, que lo llevó en volandas hasta la meta, en un exigente puerto de tercera, y terminó rematando en uno de los más descomunales y agónicos sprints que se recuerdan.

Los primeros protagonistas de la etapa fueron los séis escapados, a los que el pelotón dio cuartelillo, pero el justo para que no llegaran a soñar con disputarse la victoria, porque por detrás tiraraban del grupo los equipos de los candidatos a la etapa, con el Bora de Sagan al frente. Adam Hansen (Lotto-Soudal), Nils Politt (Katusha), Romain Sicard (Direct Energie), Nathan Brown (Cannondale), Romain Hardy (Fortuneo) y Frederik Backaert (Wanty).

De ellos, Hardy fue quien más sobrevivió, mientras que Hansen, que va a por su decimoctava gran vuelta consecutiva, fue quien centró los comentarios, como podía ser menos, dado su monumental récord sin fin. Saltaron después del gran grupo Pierre-Luc Périchon (Fortuneo) Lilian Calmejane (Direct Energie)  Thomas De Gendt (Lotto-Soudal), que prolongaron su desafío al pelotón, pero terminaron siendo alcanzados. 

Alberto Contador había declarado que lo importante  en el final de ayer era sobre todo llegar bien situado. Y vaya si lo hizo. Entró muy adelante en el puerto final, para evitar sustos. Cuando llegó el momento de disputar la etapa, tan explosiva, con Sagan al frente, Contador se echó a un lado, pero ya había mostrado estar muy enchufado a la carrera y con buenas piernas. Se impuso Sagan a Michael Matthews (Orica-Scott) y Dan Martin (Quick-Step Floors). Quinto fue Chris Froome, quien ya pasa a ser segundo en la general, sólo por detrás de su compañero en el Sky Geraint Thomas

Hoy, cuarta etapa, jornada que presumiblemente se disputará al sprint antes de la etapa de montaña de mañana, con final en La Planche des Belles Filles. 


Comentarios