Alberto Contador: Una vida cuesta arriba

Teledeporte emitió el día de Navidad el documental Alberto Contador: Una vida cuesta arriba, que se puede disfrutar en la web de RTVE. Teníamos pendiente comentarlo en el blog, pero los artículos de resumen del año reclamaban paso. Así que hay vamos. El espacio, dirigido por Carlos de Andrés, repasa los mejores momentos de la carrera del ciclista de Pinto, con imágenes del corredor en algunos de los escenarios míticos de su trayectoria profesional, como el Angliru, y con personas de su entorno, com su hermano Fran o su madre. Es un documental maravilloso, una despedida a la altura del corredor que atrajo a tantos al ciclismo, que levantó a tantas personas frente al televisor, que transmitió tanto hasta su última hazaña en el Angliru, esa etapa que conquistó con poderío en la mítica ascensión asturiana en la última Vuelta. 


Es todo un acierto el documental, empezando por su título, ya que, en efecto, la vida de Contador se ha enfrentado a no pocos obstáculos desde el principio. Sobre todo, dos: el cavernoma cerebral que sufrió en 2004 y que a punto estuvo de costarle su carrera profesional, o incluso su propia vida; y el positivo por clembuterol en 2010, el momento más duro de su trayectoria profesional, por el devastador daño a su imagen. Habla de los dos el pinteño. Con el corazón en la mano, recordando que todos los positivos por clembuterol posteriores al suyo se han saldado sin sanción, porque se ha aceptado la tesis de la adulteración de la carne. Y esos dos obstáculos serios son los que llevan a la madre del ciclista a afirmar que no cree que haya valido la pena, porque ha sufrido mucho con su hijo. También, claro, ha disfrutado, como todos los amantes del ciclismo, que tanto debemos a Contador y que tanto le echaremos de menos. 

Eddy Merckx, Pedro Delgado y Miguel Indurain hablan de Contador en el documental, de su figura, de su atrevimiento y valentía, de esa forma de correr que le hará ser recordado por siempre, mucho más que sus victorias. El palmarés del exciclista del Trek es apabullante, pero lo que resulta memorable, sobre todo, es su osadía. Reconoce en el documental que a él lo que le gustaba de verdad era liarla. Importan más esas emociones que transmitió encima de la bicicleta que sus múltiples victorias. Porque Contador ha provocado como pocos esa sensación, aunque fuera por un instante, aunque resultara altamente improbable, aunque pareciera una locura, de que la carrera podía saltar por los aires. Y nada emociona más que eso. 

Acierta también el documental al no pretender hacer un repaso exhaustivo y cronológico de la larga  exitosa trayectoria de Contador. En cambio, se centra en episodios concretos de su carrera. Por supuesto, sus hazañas en la Vuelta, aquel ataque en el Collado de Hoz, que como bien señala el propio Contador en el documental no era el puerto más exigente, pero donde reventó la Vuelta de 2012; y aquel triunfo final en el Angliru, el sello, su despedida gloriosa el año pasado. También el Giro de 2015, quizá la gran vuelta que más le ha costado, ante dos rivales muy poderosos del mismo equipo: Fabio Aru y Mikel Landa, entonces en Astana. O el Tour de Francia de 2009, cuando era compañero de Lance Armstrong y se impuso a todo, incluida la falta de convivencia y de respeto en el seno de su equipo. También afirma el corredor español que la crono final del Tour de 2010 fue el día que más sufrió encima de la bicicleta y que incluso llegó a pensar en tirar la toalla. 

Se marcha Contador, el referente indiscutible del ciclismo español de la última década, el gran héroe para la afición, el que más público atrae, como reconoce el director de la Vuelta Ciclista a España, Javier Guillén, quien también habla en el documental. El propio Contador señaló a Enric Mas en la última Vuelta como uno de sus sucesores. También hablan en este especial producido por Teledeporte Marc Soler y Mikel Landa. Este último es el que más ha demostrado que puede ser el sucesor del pinteño en las grandes vueltas. Pero él, igual que el resto, asume que Contador es único y reemplazable. Se le echará de menos, sí, pero se agradece que en el documental se muestre también que hay corredores españoles dispuestos a tomar el testigo del pistolero. 

Contador enseña en el documental el museo con trofeos y bicicletas de toda su carrera que tiene en su casa. Habla, sobre todo, de su carrera deportiva, pero también comparte su lado más humano, cuando habla, por ejemplo, de su hermano menor, que tiene una discapacidad y que es el centro de su familia, según cuenta, el que lleva a sus otros dos hermanos y a él a estar siempre pendiente de él. Se ve relajado y contento a Contador, feliz de haber podido despedirse en plenitud, con ese triunfo soñado en el Angliru. Se marcha un grande y como tal se le despide en este documental de Teledeporte que es todo un regalo navideño de la cadena pública que, de paso, nos ayuda a hacer más llevadera la espera del regreso de la temporada ciclista. 

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