En la segunda etapa de la Vuelta a la Comunitat Valenciana, que incluía la ascensión al Garbí a 30 kilómetros del final, Alejandro Valverde demostró que ha vuelto en forma, que mantiene su fuerza, su extraordinario poderío, su hambre de victorias. Ayer, en la ascensión a Las Canteras en la etapa reina de la ronda valenciana, el corredor murciano del Movistar dejó claro que también conserva su astucia, su excelsa capacidad de leer las carreras, de dominarlas a su antojo, de manejar con una maestría inconmensurable el peso del favoritismo, que tanto lastra a muchos ciclistas, pero ante el que él apenas se inmuta.
Es esa maestría de Alejandro Magno la que le permitió ganar a dos ciclistas del mismo equipo, Luis León Sánchez y Jakob Fuglsang, en la citada segunda etapa de la carrera valenciana, la que ayer desplegó con aún más claridad el corredor del Movistar. Él era el líder, el hombre a batir, el máximo favorito. Él vestía de amarillo. Él era el ciclista más temido. Parecía cantada su victoria. pero esos triunfos que parecen llevar ya el nombre de un corredor los que más cuesta conseguir. Pero Valverde, por supuesto, lo logró. Se alzó con su victoria número 110, sí 110. La segunda de la temporada. El triunfo del regreso definitivo, el que despeja cualquier duda que pudiera quedar sobre su vuelta a la senda de la victoria, tras la salvaje caída que sufrió en el Tour. Sigue siendo el rey. Alejandro Magno ha vuelto por donde solía.
La jornada de ayer fue la primera gran etapa de montaña que pudimos seguir por televisión los amantes del ciclismo este año. Y no decepcionó. Hubo ataques, protagonizados por corredor de nivel. Quien más lejos llegó fue Giovanni Visconti (Bahrein-Merida), que abandonó la compañía de los otros componentes de la fuga, Michal Kwiatkowski (Sky), Reto Hollenstein (Katusha), y Cristian Rodríguez (Caja Rural-Seguros RGA). Cazados los escapados, llegó el turno de las escaramuzas de los pocos supervivientes del grupo de elegidos. Lo probó primero Amaro Antunes, del CCC, quien no llegó a abrir una gran distancia respecto a sus perseguidores. Sí fue algo más lejos en las muy exigentes rampas de Las Canteras Adam Yates (Michelton-Scott).
Y entonces llegó el recital de Valverde. Sobrado, controlando la carrera, sin ponerse nervioso, vigió a Yates, sin dejarle ir nunca demasiado lejos. Primero descolgó al resto de rivales, especialmente al dúo de Astana al que arrebató al victoria en la segunda etapa. Y después sobrepasó con insultante facilidad a Yates, para llegar solo a meta, para salir sonriente sin compañía en la foto del ganador que cruza la meta victorioso, para adjudicarse su segunda victoria del año, la etapa, y certificar la tercera, el triunfo en la general que hoy ganará finalmente en una etapa intrascendente para la general en las calles de Valencia. Alejandro Magno sigue ampliando sus conquistas.
Lejos de Valencia, y con mejor clima que allí, se disputó ayer la última etapa del Herald Sun Tour australiano, en la que se impuso el colombiano Johan Esteban Chaves, del Michelton-Scott, gracias a su victoria en la etapa reina.
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