Terpstra repite en Le Samyn

Nada es más importante para un equipo belga que la temporada de clásicas. Son estos días de primavera, de adoquines y cotas, de muros y calles atestadas de seguidores, de bosques y capitallas míticas, los más relevantes para estas escuadras. Por eso, tienen bloques poderosos para las pruebas de un día. Es su Tour de Francia. Es la cita clave de la temporada. Son las carreras más trascendentes para ellos. Pocos equipos como el Quick-Step Floors reflejan tan a las claras la importancia que en Bélgica se concede a estas pruebas, ya sean los monumentos, que se acercan, o las mini clásicas menores, como Le Samyn, que forma parte de la Napoleon Games Cup



Ayer se disputó esta prueba, que debe su nombre al primer ganador de la carrera, que falleció al año siguiente cuando intentaba defender su victoria. Eran pocos los equipos World Tour presentes en el pelotón. La mayoría, claro, conjuntos belgas. Y entre ellos, destacando por encima de todos, el Quick-Step Floors, con una escuadra arrolladora. En el quinteto de cabeza que se formó en la parte final de la prueba, tras los tramos adoquinados de un circuito final que se corrió cuatro veces, había dos ciclistas de la escuadra belga: Niki Terpstra y Philippe Gilbert. Pero es que en fugas anteriores ya se habían dejado ver otros corredores del Quick Step, como Zdenek Stybar, otro de los hombres fuertes en las clásicas. 

Junto a Terpstra y Gilbert marchaban  Tosh Van der Sande (Lotto Soudal), Damien Gaudin (Direct Energie), y  Alex Kirsch (WB Veranclassic Agua Protect). En un arreón tras uno de los tramos empedrados, los dos ciclistas del Quick-Step se quedaron con Gaudin, quien sabía que estaba en una encerrona, la peor situación posible para un ciclista en fuga, rodeado por dos hombres del mismo equipo. En esas circunstancias, la victoria no se les puede escapar a los ciclistas que están en mayoría. Si gana el otro, suele ser por un fallo de los dos coequipiers. Ha habido casos, uno especialmente doloroso para los aficionados españoles al ciclismo, por ejemplo, en el Mundial de Florencia, cuando Valverde y Purito lo tenían todo para ganar, pero fueron vencidos por Rui Costa. 

Ayer, Terpstra y Gilbert no estaban por cometer error alguno. Es temporada de clásicas, palabras mayores, dientes afilados. Atacó el neerlandés, dejando a Gaudin toda la responsabilidad de la caza. Gilbert, a su rueda, sólo tenía que controlar. Era improbable que Gaudin llegara a la altura de Terpstra, pero aunque lo hubiera logrado, Gilbert, fresco, le habría rematado en meta. No ocurrió. Ganó con autoridad Terpstra, certificando el recital del Quick-Step en su territorio y logró su segunda victoria en Le Samyn, tras la que ya consiguió hace dos años. Gaudin, reventado, acabó tercero, tras ser superado, como también era esperable, por Gilbert. 

Así concluyó una clásica emocionante, aperitivo de la Strade Bianche, que llega el próximo sábado. La carrera se llama así (carreteras blancas) por los tramos de sterrato que atraviesa, pero este año será doblemente blanca si la nieve que ha caído por Italia se mantiene en esta clásica por los campos de la Toscana que el año pasado ganó Michal Kwiatkowski y que este ejercicio será la primera carrera de Peter Sagan en Europa este año. También podría acudir a la cita italiana Alejandro Valverde. Todos ellos se enfrentarán al sólido Quick-Step, que tan potente se está mostrando en el comienzo de la temporada de clásicas. 

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