Alejandro Magno sigue conquistando territorios por todo el mundo. No son muchos los países en los que Alejandro Valverde no ha alzado los brazos en señal de victoria. Abu Dhabi era uno de ellos, así que ayer el ciclista del Movistar ganó como siempre, arrasando como nunca, en la etapa reina de la prueba, en Jabel Hafeef. Se llevó la victoria y la general, para seguir sumando, ya por encima de las 100, otras dos victorias a su palmarés. Lleva ya cinco triunfos esta temporada, la de su regreso triunfal tras la caída que sufrió en el Tour del año pasado, con la general de la Vuelta a la Comunitat Valenciana más dos etapas.
La última edición de la Vuelta fue un homenaje continuo a Alberto Contador, porque todos sabíamos que era su última carrera, así que era turno de despedir como merecía al gran ciclista de Pinto. No sabemos cuánto le queda a Valverde, visto su rendimiento, mucho, desde luego. Pero creo que, de aquí a que cuelgue la bicicleta, que ojalá sea dentro de mucho, cada carrera suya será una especie de homenaje, porque los aficionados al ciclismo seguimos sin ser del todo conscientes de la grandeza de este ciclista. Ganando carreras de invierno a otoño, siendo capaz de vencer en todos los terrenos, competitivo, osado, valiente. Es un corredor excepcional, que no es un diez en todo, pero sí es notable en crono, en montaña, en pruebas de un día, en grandes vueltas, en carreras de una semana. Puede ganar casi en cualquier terreno. Y cuando es favorito, aunque todo el mundo le vigila, aunque todos saben dónde va a atacar, él gana, imponiéndose a todos, incluida a la presión de ser el hombre a vigilar.
Ayer también era favorito, en la subida final a Jabel Hafeed. Y, claro, ganó. Atacó primero, en respuesta a un demarraje de Miguel Ángel López, Superman, en plena forma. También atacó Julian Alaphilippe, el ciclista llamado a ser el sucesor de Valverde, por su parecido en la forma de correr con el murciano. El terceto hizo camino, pero después fueron cazados. Al final se volvieron a marchar por delante Valverde y López, quienes llegaron juntos a meta. El ciclista del Movistar tenía garantizado el triunfo en la general, pero aun así luchó por la etapa y, claro, la ganó.
"Es el primer triunfo del año para nosotros en el WorldTour, lo que lo hace aún más importante y ante los mejores. El mes que llevamos es importantísimo para todo el equipo en general. Comenzar de esta manera el año te da mucha motivación y te animar a seguir trabajando", declaró Valverde. La próxima carrera garantizada en el calendario del ciclista del Movistar es la Volta a Catalunya, aunque según dijo ayer, está pensando correr la Strade Bianche el próximo sábado, esa clásica italiana de las carreteras blancas por la Toscana, que se ha convertido en tan pocos años en una cita imprescindible del calendario. El ganador del año pasado fue Michal Kwiatkowski. Valverde es el único ciclista español que ha hecho podio en la cita italiana, tercero en 2014 y 2015. Sería otro buen sitio al que extender las conquistas de Alejandro Magno.
Ayer también se disputaron otras pruebas. Dylan Groenewegen (Lotto NL-Jumbo) ganó la Kuurne-Bruselas-Kuurne, que se disputó al sprint. El velocista de los Países Bajos venía de ganar una etapa del Tour de Dubai y dos triunfos parciales en la Volta al Algarve. Se confirma como uno de los mejores hombres rápidos del mundo. Ayer se impuso a Arnaud Demare (FDJ) y Sony Colbrelli (Bahréin-Merida). También se disputó ayer la Royal Bernard Drome Classic, que venció el francés Lilian Calmejane (Direct Energie).
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