Terpstra gana y García Cortina se gradúa en Flandes

Ningún equipo tenía tantas opciones en el Tour de Flandes como el Quick-Step Floors. El conjunto belga, para el que la primavera ciclista es la máxima prioridad cada año, supo jugar sus cartas ayer en el segundo monumento del año. Niki Terpstra saltó hacia la victoria, en compañía de un soberbio Vincenzo Nibali en su primera participación en De Ronde, mientras los otros líderes del equipo, como Philippe Gilbert (ganador del año pasado), Zdenek Stybar o Yves Lampaert le guardaban las espaldas en el grupo de los favoritos. Es la segunda victoria de Terpstra en un monumento, tras la París-Roubaix que ganó hace dos años. 


Fue un Tour de Flandes algo típico, que se decidió más cerca de meta de lo habitual, y en la que la fuga inicial llegó más lejos que nunca. Se formó en los primeros compases de la clásica una escapada de diez corredores, entre los que estaba el español Iván García Cortina (Bahrein-Merida). El corredor asturiano, de 22 años, que rondó una victoria de etapa en la Vuelta a España del año pasado, dio un espectáculo ayer, siendo protagonista y pasando en cabeza por muros míticos de la prueba belga, como el Kapelmuur. Llegó lejos, muy lejos, con su aventura, y demostró que es capaz de tener un rol central en las clásicas de primavera. 


Estuvo muchos kilómetros en fuga y fue el miembro de la escapada que más tiempo encabezó la carrera, todo un honor, y algo más. Fue la graduación de García Cortina, la demostración de que el ciclista de Gijón tiene todo el futuro del ciclismo en sus piernas. Además, el del ciclismo épico de las piedras, el de la pasión desbordada por los muros y los caminos adoquinados repletos de amantes del ciclismo, que veneran las clásicas de la primavera ciclista. El ciclismo más auténtico, ahí donde pocos españoles fueron protagonistas en el pasado, donde Juan Antonio Flecha llegó más lejos que nadie. Flecha tiene sucesor en García Cortina, hombre a seguir en estas pruebas. 

Junto al corredor español, entraron en la escapada del día Ryan Gibbons (Dimension Data), Pascal Eenkhoorn (Lotto-NL Jumbo), Filippo Ganna (Emirates), Marco Haller (Katusha-Alpecin), Aime De Gendt (Sport Vlaanderen-Baloise), Michael Goolaerts (Vérandas Willems-Crelan), Dimitri Peyskens (Wanty), Floris Gerts (Roompot-Nederlandse), Pim Ligthart (Roompot-Nederlandse) y Jimmy Turgis (Cofidis).

Neutralizada la fuga, y antes de los movimientos de los grandes nombres de la prueba, encabezaron la clásica Sebastian Langeveld, Mads Pedersen y Dylan van Baarle. Un ataque de Greg Van Avermaet a algo más de 30 kilómetros del final desató las hostilidades en De Ronde. Ya no cesarían los movimientos. El decisivo llegó tras ascender una de las últimas cotas. Primero se movió Stybar, preparando el terreno para el demarraje de Terpstra, a quien siguió inicialmente Nibali, pero que después logró dejar atrás al Tiburón, como también abandonó la compañía de los fugados, para irse en solitario camino de la victoria. 

Por detrás, Tiesj Benoot y Sep Vanmarcke (que sufrió multitud de caídas y averías) fueron los más interesados en que el ciclista holandés no abriera demasiada distancia. También Peter Sagan, siempre otro de los favoritos, puso de su parte. Pero no fue suficiente. Terpstra abría cada vez más y más hueco. Tenía muy cerca la victoria a falta de 20 kilómetros. Quedaba sólo la ascensión al Patterberg, donde habría de decidirse del todo la prueba. Y allí lo intentó Sagan, en su último intento, atacando y marchándose solo a por el corredor del Quick-Step Floors. Empezó entonces un trepidante mano a mano a la distancia en el que se impulso con autoridad Terpstra. Al final, Gilbert redondeó el festival de su equipo, quedando tercero, tras Mad Pedersen (Trek). El corredor belga se señaló el nombre de su equipo, amo y señor de la primavera ciclista. 

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