Valgren sorprende a Sagan y a Valverde

Peter Sagan ganó ayer su duelo estelar con Alejandro Valverde en la Amstel Gold Race, pero esa batalla fue por la cuarta plaza de la clásica cervecera. El campeón del mundo y la estrella del Movistar estuvieron en la lucha por la victoria final de la prueba. Ellos agitaron una carrera desordenada, maravillosamente caótica, con muchos ataques y alternativas. Definitivamente, el cambio del recorrido de la Amstel ha sido un acierto, porque la prueba comienza a decidirse más lejos de meta y los corredores no lo dejan todo para un muro final, como ocurría antes con el Cauberg


Fue una carrera apasionante, en la que los primeros protagonistas del día fueron los componentes de la escapada, que se pasaron gran parte de los 240 kilómetros del recorrido en fuga. Encabezaron hasta muy cerca del final la clásica cervecera Bram Tankink (Lotto NL-Jumbo), Tsgabu Grmay (Trek-Segafredo), Willie Jakobus Smit (Katusha Alpecin), Matteo Bono (Emirates), Lawson Craddock (Education Firts), Oscar Riesebeek (Roompot-Nederlandse), Preben Van Hecke (Sport Vlaanderen-Baloise), Edward Dunbar (Aqua Blue Sport) y Marco Tizza (Nipo Vini Fantini).

En la parte final de la clásica, a medida que iba bajando inexorablemente la distancia con los escapados, se sucedieron los ataques. Lo probó Jon Izagirre, quien miraba para atrás constantemente, en parte para ver si había hecho daño con su demarraje y en parte para ver si alguien se sumaba a su intentona. Poco antes, Mikel Landa había acelerado el ritmo del grupo de favoritos, trabajando para Valverde. Lo probaron también Valverde, Sagan y Jakob Fuglsang, pero el ataque que cuajó fue el movimiento de Roman Kreuziger y de Enrico Gasparotto. Los dos veteranos hicieron camino, mientras el grupo perseguidor se iba reduciendo, para quedarse sólo con los grandes aspirantes a la victoria. 

Se volvieron a mover Valverde y Fuglsang. Lo probó después Greg Van Avermaet. Iba con muchas ganas de fiesta si alguien se le unía Julian Alaphilippe. Había mucho nivel arriba. Mucha tensión. Y mucha desconfianza, mucha vigilancia, sin duda, entre Valverde y Sagan, Sagan y Valverde, los dos máximos favoritos, dos corredores acostumbrados a ser los más vigilados y temidos. Eran los corredores a seguir. Un placer para los sentidos de los amantes del ciclismo, porque no es tan frecuente que los dos se disputen carreras. Pero no iban solos. Michael Valgren Andersen, quien este año ganó ya la Omloop Het Nieuwsblad, aprovechó esa vigilancia para atacar con fuerza del gran grupo. Sagan y Valverde se quedaron pegados a su sillín, como retando al otro a que saltara para cerrar el hueco. Ninguno lo hizo. 

Valgren abría más y más la distancia, mientras los dos favoritos no se movían. Sí lo hizo Kreuziger, quien ayer iba potentísimo, y algo más tarde Gasparotto, ganador de la Amstel Gold Race de hace dos años, también intentó llegar al grupo de cabeza. Al final no lo logró y la prueba se decidió en un mano a mano entre Valgren y Kreuziger, con victoria para el corredor danés, el segundo que gana esta prueba tras Bjarne Riis, y el primer ciclista en ganar la clásica cervecera el mismo año que la Omloop Het Nieuwsblad tras un tal Eddy Merckx, quien había sido el único en lograrlo en 1973. 

La temporada ciclista sigue con el Tour de los Alpes (desde hoy a las 14 horas en Eurosport), donde además veremos el regreso de Chris Froome, y, el miércoles, con la Flecha Valona. 

Comentarios