Alaphilippe se exhibe en los Alpes




El espectáculo ofrecido por La Course, la carrera femenina organizada cada año por el Tour de Francia, anticipaba una gran jornada de ciclismo, que iba a continuar con la décima etapa de la ronda gala, la primera de alta montaña. Annemiek Van Vleuten, flamante ganadora del Giro Rosa, se impuso a su compatriota holandesa Anna Van den Breggen en la meta de Le Grand Bornand, después de una persecución apasionante. La distancia entre ambas fue de unos 10 segundos durante varios kilómetros, pero Van Vleuten no tiró la toalla y terminó adelantando a su rival en la línea de meta. La española Ana Santesteban terminó novena en una carrera sensacional, que terminó poco antes de que se tomara la salida de la décima etapa del Tour de Francia. 

La emoción de la carrera masculina fue menor que la de la femenina, sobre todo porque apenas hubo diferencias entre los hombres de la general. Pero aún así ha sido un día interesante de ciclismo, sobre todo por el estratosférico recital de Julian Alaphilippe. El corredor francés del Quick-Step Floors, cada vez más parecido a Alejandro Valverde, se ha metido en la fuga del día, una escapada numerosa y cuya formación fue muy disputada, porque eran muchos los corredores que querían entrar en la fuga. El que más peleó para formar la escapada fue el propio Alaphilippe, quien aún no había ganado una etapa en el Tour. Al final, el ímpetu de Alaphilippe, entre otros, permitió formar una escapada de mucho nivel con Peter Sagan, Philippe Gilbert, Lilian Calmejane, Robert Gesink, Jon Izagirre, Guillaume Martin, Rudy Molard, Rein Taaramäe, Tony Gallopin y Daryl Impey, entre otros. Mucho nivel en ese grupo, lo que permitió a los fugados aumentar su diferencia respecto al grupo de los favoritos, en el que el Sky se situó al frente. 

También entró en la espada el lider, Greg Van Avermaet. El Tour llegaba a la alta montaña, pero los grandes clasicómanos seguían siendo los protagonistas. El belga del BMC decidió que la mejor defensa del maillot amarillo era un buen ataque y ofreció una imagen poco habitual, la del líder atacando de lejos en una jornada alpina. Su coraje tuvo premio y no sólo ha mantenido el maillot amarillo, sino que incluso ha incrementado su distancia en la general. Aventaja ya en 2:20 a Geraint Thomas. No lo tendrá fácil para seguir de líder, pero su movimiento de hoy habla de la grandeza de este corredor, sencillamente excepcional. Igual que Sagan, al que cada vez le gusta más dejarse ver en todos los terrenos. Sabía que no tenía nada que hacer en la lucha por la victoria parcial en la etapa de hoy, pero tenía una misión que cumplir, entrar primero en el sprint intermedio, para ampliar su ventaja en la clasificación de la regularidad. El eslovaco sigue vistiendo el maillot verde, su segunda piel en el Tour. 

Y aún queda otro clasicómano, ciclista total en realidad, que ha acaparado hoy el protagonismo, el extraordinario Julian Alaphilippe. No sólo ha sido el más fuerte de los componentes de la fuga, sino que además ha sido el más inteligente. Ha sabido controlar ese ímpetu inmenso que mostró desde el principio, para atacar en el momento justo y ganar con una autoridad fuera de lo común. Su espectacular recital tiene un premio doble, porque además de ganar la etapa se sitúa líder de la clasificación de la montaña, así que vestirá el maillot blanco a puntos rojos. No sería nada de extrañar que el corredor francés volviera a entrar mañana en la escapada, para sumar más puntos en esta clasificación secundaria tan prestigiosa. El Valverde francés, el sucesor del ciclista del Movistar como corredor que gana en todos los terrenos y en cualquier época del año, suma otra victoria más a un palmarés que va creciendo a pasos agigantados y que está llamado a seguir aumentando en los próximos años. La etapa de hoy no será recordada como una jornada especialmente memorable en la lucha por la general del Tour, pero sí como el día en el que Alaphilippe logró su primera victoria en la Grande Boucle, probablemente, la primera de muchas. 

En la general no ha habido apenas movimientos relevantes. El Sky, como siempre, asumió el mando del gran grupo, pero sólo para controlar la carrera, no para dar caza a los fugados. Su ritmo ha sido suficiente para desvelar la fragilidad de Rigoberto Urán, afectado por una caída en la etapa del pavé en Roubaix, que se ha dejado cerca de tres minutos. Poco más ha pasado en la jornada de hoy. Alejandro Valverde es ya tercero en la general y sólo Geraint Thomas se interpone entre él y el maillot amarillo, en caso de que mañana Van Avermaet sufra y pierda contacto con los aspirantes en la general. Los otros dos líderes del Movistar, Nairo Quintana y Mikel Landa, han llegado sin problemas en el grupo de los favoritos, igual que Romain Bardet, Vincenzo Nibali y compañía. Chris Froome, a quien le suele gustar atacar en la primera etapa de montaña, se ha limitado esta vez a llevar la carrera controlada al ritmo que él ha querido, suficientemente fuerte para desincentivar ataques de otros corredores. 



Mañana, jornada más corta, de apenas 108,5 kilómetros, con dos puertos de categoría especial, uno de segunda y otro de primera, La Rosière, donde terminará la jornada. En principio, un día para ver batalla ente  los favoritos. 

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