Dumoulin y Bardet chocan con el muro del Sky




Al Sky le han atacado hoy  como nunca, pero el equipo británico ha ganado como siempre. Debe de ser desesperante para los rivales de Chris Froome y Geraint Thomas (ganador de etapa por segundo día consecutivo) el poderío que exhibe este conjunto que es una apisonadora. No existen los equipos invencibles, pero el Sky a veces se le parece mucho. Nadie podría decir que hoy no se ha intentado poner en aprietos al conjunto británico por tierra, mar y aire. Pero el resultado ha sido el mismo de siempre: recital del Sky. Es cierto que Romain Bardet y Tom Dumoulin, que han disputado la etapa a la dupla del Sky, han dado la cara y prometen seguir dando guerra. Es verdad que esta vez Froome y Thomas han perdido compañeros antes de lo habitual. Y también es cierto que hoy Thomas y Froome no han sacado tiempo a sus máximos rivales, entre los que ha llegado Mikel Landa, hoy mucho más fuerte que un frágil Nairo Quintana y, por tanto, jefe de filas del Movistar, aunque eso ya sirve de poco. Pero el Sky sigue pareciendo inexpugnable. Sus rivales tendrán que seguir intentándolo, pero cada día que pasa con el conjunto británico mandando a su antojo en la carrera es un pellizco más en la moral de sus adversarios. 

Geraint Thomas ha vuelto a ganar la etapa y ya aventaja en 1:39 a Chris Froome, de quien el galés sigue diciendo que es el incuestionable jefe de filas del Sky. Thomas parece más fuerte que el ganador del Giro, que aspira a sumar su quinto Tour, lo que le situaría en el Olimpo de la mayor carrera del mundo. En principio, Sky tiene muy claro que su líder es Froome. En el pasado, claramente, el conjunto británico ha sido fiel a quien tenía los galones en cada carrera, incluso cuando otro corredor se mostraba más fuerte que él. Que se lo pregunten al propio Froome, quien sabe lo que es sentirse más fuerte que tu jefe de filas pero tener que frenar y ponerse a su servicio. Pero diferencia aquí es que Thomas tiene una ventaja importante respecto a Froome, quien además viene de disputar (y ganar) el Giro. Queda mucho Tour, pero ahora mismo el único corredor que parece capaz de arrebatar a Froome su quinto Tour de Francia es precisamente su compañero Thomas. Eso sí, Thomas ha dicho hoy abiertamente que sólo aspira a mantener el maillot amarillo unos días, pero que esta carrera es demasiado dura y que Froome es el lider del Sky. 

Los dos adversarios más serios del intocable Sky son Romain Bardet, ahora quinto en la general a 3:07, y Tom Dumoulin, tercero a 1:40. El primero ha sido el más aguerrido en la ascensión a Alpe d’Huez, atacando una y otra vez. En uno de esos demarrajes, el segundo tras un movimiento infructuoso de Quintana, Mikel Landa no ha sido capaz de seguirle el ritmo. El Sky no perdió los nervios, porque sus rivales lograron ponerle en aprietos y desgastar al equipo, hasta el punto de que a Froome y Thomas sólo les quedó un compañero. Pero ese compañero era Egan Bernal, que a sus 21 años, debutante en el Tour, ha hecho un trabajo excepcional al servicio de sus líderes. El corredor colombiano ha impuesto un ritmo exigente en el grupo de favoritos. Lo que ha hecho hoy es de esas exhibiciones de las que nos acordaremos en el futuro cuando Bernal alcance las cotas de gloria a las que apunta su clase. 

Bardet lo probó una y otra vez, aunque chocó con el muro del Sky. Volverá a intentarlo, eso seguro, más aún teniendo en cuenta que le perjudica la contrarreloj del penúltimo día en Iparralde. Todo lo contrario le pasa a Dumoulin, un excelente contrarrelojista, a quien esa crono le beneficia. El holandés también ha atacado en Alpe d’Huez, mostrándose cada vez más sólido en la alta montaña. Es el mejor de los mortales, el más fuerte de los ciclistas de un equipo distinto al Sky. Al ciclista del Sunweb le podrían pasar factura, sin embargo, venir de correr el Giro, que peleó hasta el final contra Froome. Está por ver si la tercera semana de carrera no se le hace demasiado larga la carrera. De entrada, con la ventaja de esa contrarreloj, es quizá el máximo aspirante a acompañar a Thomas y Froome en el podio final de París. 

Tampoco le va mal esa crono a Primoz Roglic, cuarto en la general a 2:46 de Thomas. El corredor esloveno ha cedido algo de tiempo frente a los hombres más fuertes de la carrera y ha entrado en meta junto a Vincenzo Nibali. El corredor italiano, que ha sido el primero en atacar en Alpe d’Huez, ha sufrido una caída en el puerto, por culpa de la aglomeración de aficionados y energúmenos (aquellos eran mayoría, pero no faltaban de estos últimos). Según Bahrein Merida, Nibali ha sido tirado por una moto, en un incidente parecido al que le ocurrió en su día a Froome en Mont Ventoux. Es impresentable. La cercanía de los aficionados con los ciclistas es maravillosa y forma parte de la esencia de este deporte, pero es inaceptable que haya energúmenos que empujen a los ciclistas o que corran a su lado. No le hacen ningún favor al ciclismo con esa actitud tan incívica.

Antes de la batalla final en Alpe d’Huez, dos equipos jugaron sus bazas desde lejos. Movistar metió en la fuga a Alejandro Valverde (incombustible) y a Andrey Amador, mientras que Lotto NL-Jumbo mandó por delante a Robert Gesink y a Steven Kruijswijk, uno de sus dos líderes junto a Roglic. Kruijswijk, quien estuvo a punto de ganar el Giro hace dos años y lo perdió por culpa de una caída, se exhibió y por momentos logró incendiar la carrera. Fue líder virtual, pero al final no pudo llegar a buen puerto su aventura. Pese a ello, sí cabalgada ha sido una de las imágenes más espectaculares de la jornada de hoy, segundo día de emoción en los Alpes, otra etapa apasionante de este Tour.  La historia del Movistar volvió a ser un quiero y no puedo. El equipo español ha hecho lo que ha podido estas dos etapas, pero a sus hombres fuertes les han faltado las fuerzas. Valverde llegó tan lejos como pudo, mientras que Quintana lanzó un mini ataque al comienzo de la ascensión al Alpe d’Huez, pero se desfondó pronto. Y a Landa, según ha dicho en meta, le sigue doliendo la espalda por su caída en la etapa de Roubaix. El corredor vasco ha sacado su garra en la  parte final de la etapa y ha llegado a la altura de Froome, Thomas, Bardet y Dumoulin, e incluso ha llegado a esprintar, pero con más voluntad que piernas. Ahora le queda luchar por una etapa o por el podio. Landa está a 3:13 de Thomas y a 36 segundos del podio. 

La etapa, en la que no ha tomado la salida Rigoberto Urán, ha sido muy dura desde el comienzo, con la ascensión a la Madeleine prácticamente de salida. Hubo mucha batalla para formar la escapada, hasta que se creó una fuga con más de 20 ciclistas entre los que estaban Pierre Latour, el mejor joven, y Julian Alaphilippe, líder de la montaña. Este último ha batallado en los puertos contra Warren Barguil, quien también aspira al maillot blanco a puntos rojos. La escapada tenía mucho nivel, con otros corredores como Serge Pauwels, Pierre Rolland, Mikel Nieve y Gorka Izagirre. El día ha sido tan duro que varios corredores han puesto pie a tierra, sobre todo velocistas. Los pocos sprints que pueden quedar en este Tour se han quedado muy despoblados, ya que después del fuera de control de ayer de Marcel Kittel y Mark Cavendish, hoy se han retirado Dylan Groenewegen, André Greipel y Fernando Gaviria.  Mañana, después de tres días de montaña, jornada propicia para una escapada o un sprint, si el Bora de Peter Sagan quiere trabajar para la tercera victoria del eslovaco en este Tour. 

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