El Tour llega al pavé


Llega el temido y deseado adoquín al Tour de Francia. La ronda gala emula hoy a la París-Roubaix, el Infierno del Norte, uno de los cinco monumentos del ciclismo. Serán 15 tramos de pavé con más de 22 kilómetros. La mayoría concretados en la parte final de la etapa, que tiene 156,5 kilómetros de recorrido, y que concluirá antes de lo habitual para no coincidir con la final del Mundial de fútbol, en la que Francia y Croacia disputarán el título. 

Será un día decisivo para la carrera, en el que ningún gran aspirante a la victoria final en París podrá sentenciar la prueba, pero alguno sí podría perderla. Es una jornada en la que todos los favoritos intentarán, por encima de todo, sobrevivir. Lo decía ayer Alejandro Valverde, al que no le hace ninguna gracia la incursión de este tipo de etapas en en Tour. No se trata solo de intentar no perder tiempo y de entrar en cabeza o bien situado en los tramos de pavé, sino también de tener suerte para evitar la lotería de los pinchazos y las caídas. 




La expectación por la etapa es máxima, lo cual responde casi todas las dudas que puedan surgir sobre la oportunidad de introducir el adoquín en el Tour. Es verdad que la carrera puede perder mucho si alguno de los favoritos se va al suelo, como ya le pasó a Chris Froome hace cuatro años, cuando Vincenzo Nibali empezó a asentar su victoria en ese Tour volando sobre los adoquines. El italiano es, sobre el papel, uno de los hombres fuertes que mejor puede rodar hoy, mientras que Nairo Quintana puede ser el que más sufra. Un día apoteósico y decisivo para este Tour. 

El paso por el primer tramo de pavé será a las 13:53 y el último se superará a las 16:07. 

Comentarios