El Tour de Francia se acerca y una de las pruebas irrefutables de ello es la celebración de multitud de campeonatos nacionales de ciclismo este fin de semana. Gracias a Eurosport pudimos ver ayer algunos de ellos. Especialmente espectacular fue el francés, en el que se impuso Anthony Roux, del Groupama FDJ, quien sin embargo no ha seleccionado por su equipo para correr el Tour. Fue una carrera sensacional, con muchas alternativas, ataques desde muy lejos, estrategias de equipo y mucha emoción hasta el final. Roux se impuso, entre otros, a Julian Alaphilippe (Quick-Step Floors) y a Anthony Turgis (Cofidis).
Tampoco estuvo nada mal el campeonato nacional de los Países Bajos, donde se impuso tras un enorme recital Mathieu Van der Poel. Lo más habitual cuando un ciclista entra en una escapada y después es cazado es que ese corredor no tenga la menor opción de victoria. Pero Van der Poel demostró que esa ley no escrita no siempre se cumple y venció al sprint ante Danny Van Poppel. En Alemania, Pascal Ackermann, del Bora, también venció al sprint ante John Degenkolb.
Michael Morkov, del Quick-Step Floors, hizo lo propio en Dinamarca; Lukas Postelberg, en Austria; Steve Morabito, en Suiza; Bob Jungels, en Luxemburgo; Coonor Swift, en Reino Unido; y Elia Viviani, en Italia.
Lamentablemente, la noticia más comentada de ciclismo hoy no es ninguno de estos campeonatos nacionales, sino la decisión de la organización del Tour de Francia de impedir a Chris Froome su participación en la prueba, según Le Monde. No es una noticia oficial, pero los medios de comunicación no suelen publicar rumores, así que intuimos que si el diario francés ha dado esta información será por algo. Según esta noticia, la organización del Tour ya ha informado al Sky y el equipo británico recurrirá, así que es posible que hasta última hora no sepamos si el vigente campeón del Tour será o no de la partida.
Al margen de cómo concluya el caso, es difícil gestionarlo peor. Cuesta entender que tarde tanto este proceso, con el daño inmenso que se está haciendo al ciclismo. Desde que se conoció el resultado anómalo, Froome ha ganado el Giro, es decir, una de las tres grandes podría verse obligada a modificar en los despachos lo visto en las carreteras. Esta imagen de provisionalidad es muy negativa para el ciclismo. No hay salida buena al caso de Froome. Si se concluye que ese resultado no fue un positivo, evidentemente, muchas personas no creerán esa resolución y cuestionarán el sistema antidopaje. Si es sancionado, el Giro rehará su clasificación, probablemente, y todos los que vibraron con la carrera, y con la Vuelta del año pasado, y con el Tour, pondrán en cuarentena, otra vez, lo sentido en aquellas pruebas. Cuanto más tiempo pase, peor para todos.
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