Trentin, campeón de Europa





Es una lástima que el Campeonato de Europa de ciclismo sea aún una cita poco conocida, semiclandestina casi para el gran público. El hecho de que sólo lleve tres años celebrándose con corredores profesionales y su compleja ubicación en el calendario, en mitad del aluvión de carreras entre el Tour y la Vuelta de cada mes de agosto, se lo ponen difícil a este evento, cuya participación se resiente de esa acumulación de carreras estos días. Sin embargo, el Europeo está haciendo las cosas bien. Muy bien, diríamos. Es una especie de mini Mundial, con un recorrido también maratoniano (cerca de seis horas han estado los corredores en liza), en el que se junta el atractivo propio de las carreras de un día y el interés de ver a corredores de equipos rivales compartiendo equipo, el de su selección

Las tácticas de equipo, la ausencia de pinganillos, los movimientos estratégicos de las grandes selecciones, los valerosos intentos de las naciones con menos representantes, la tensión en la lucha por las medallas... La carrera de hoy en Glasgow lo ha tenido todo. La lluvia, presente casi durante toda la prueba, ha endurecido aún más la carrera, y también la ha condicionado. Ha habido más averías mecánicas y caídas que de costumbre. Incluso una caída en la parte final, por el asfalto mojado, ha dejado sin opciones de victoria a varios de los corredores que entraron en el corte final. Lamentablemente, Peter Sagan, uno de los grandes alicientes de la prueba (como lo es en todas las carreras en las que participa) se retiró antes de tiempo. Pero la emoción de la carrera no se resintió de tan sensible baja. 

Cuando quedaban tres vueltas para el final, algo más de 40 kilómetros, se ha formado la escapada definitiva de la carrera. Ahí ha entrado, muy atento, Jesús Herrada. El corredor conquense  ha dado presencia a la selección en la fuga, salvando con nota un compromiso para el que el seleccionador nacional, Javier Mínguez, formó un bloque de circunstancias, porque era muy complicado encajar esta carrera en los apretados calendarios de los ciclistas. Una de las opciones de España, Iván García Cortina, se tuvo que retirar antes de tiempo, pero Herrada, que viene de ser protagonista en el Tour, ha estado en el lugar adecuado en el momento justo. Le han faltado fuerzas a Herrada para intentar lanzar un último ataque con el que sorprender a sus compañeros de fuga, más rápidos que él, pero ha terminado en una muy digna cuarta plaza, medalla de chocolate. 

Herrada ha tuteado a varios de los hombres fuertes de esta carrera. Italia acertó al situar en la fuga a su hombre  más rápido, Matteo Trentin, y a un excelso Davide Cimolai, gregario de lujo que lo ha dado todo para el oro de su compatriota. También la selección de Países Bajos colocó a dos ciclistas en la escapada, Maurits Lammertink y Mathieu van der Poel. Mientras, el belga Xandro Meurisse ha acompañado en la fuga a su líder, Wout Van Aert. Junto a ellos, el francés Pierre-Luc Perichon, el suizo Michael Albasini  y el alemán Nico Denz. Todas las grandes selecciones tenían representación en cabeza, aunque algunas con más opciones que otras, lo que permitió al grupo delantero abrir una distancia que pronto se demostró insalvable respecto al grupo perseguidor. La carrera era cosa de diez. 

Una desafortunada caída en la parte final dejó solos en cabeza a Herrada, Trentin y los dos astros del ciclocrós, Van der Poel y Van Aert, cada vez más protagonistas del ciclismo en ruta. A ellos llegó después Cimolai, que le hizo un trabajo impagable a Trentin en el sprint final. No hubo ataques entre los hombres de cabeza, probablemente más por falta de fuerzas que porque los rivales de Trentin confiaran de verdad en sus opciones de batir al veloz ciclista italiano. Al final, Trentin se llevó el preciado oro y Van Aert y Van der Poel le acompañaron en el podio. Acabó así una carrera sensacional que nos ha abierto aún más el apetito para el próximo mundial, en Innsbruck. Pero esa ya será otra historia y antes tenemos la Vuelta a España, desde el 25 de agosto. Partido a partido, que diría Simeone. Carrera a carreras 

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