Igual que Dorothy en El mago de Oz, Alejandro Valverde persigue el arcoíris. Pero no por el camino de las baldosas amarillas, sino por un recorrido infernal, tal vez el más duro de siempre en los Mundiales de ciclismo, en Innsbruck. El corredor murciano, que tiene dos platas y cuatro bronces en la cita mundialista, se enfrenta a la que puede ser su última oportunidad en esta carrera. El perfil le beneficia y, sin duda, es uno de los más claros favoritos a la victoria. Tanto, que cargará con el peso de la responsabilidad de saberse vigilado. Pero está acostumbrado a ello. Más que la presión de saberse el hombre a seguir, preocupa más tal vez que la enorme exigencia de la Vuelta, a la que Valverde estuvo enganchado hasta el final, le pueda pasar factura hoy.
Valverde es, claro, el máximo favorito, en el que probablemente no sea el cuarto Mundial consecutivo de Peter Sagan. Por supuesto, no conviene descartarlo de antemano, pero este recorrido no le va nada bien al ciclista eslovaco. Parece demasiado duro el perfil para él. Escoltarán a Valverde, que correrá con el dorsal 39, Jonathan Castroviejo, David de la Cruz, Omar Fraile, Jesús Herrada, Jon Izagirre, Enric Mas y Mikel Nieve. Un equipo de garantía para trabajar en pos de las aspiraciones del murciano, aunque tal y como es el recorrido, da la sensación de que la prueba será más bien en el momento decisivo un mano a mano entre los grandes favoritos.
Italia es una selección muy a tener en cuenta siempre. Gianni Moscon llega en plena forma y soy de los que cree que Vincenzo Nibali rendirá hoy a un nivel muy superior al que cabría presumir de su muy modesta participación en la Vuelta. Francia es otro equipo estelar, con Julian Alaphilippe como teórico jefe de filas, acompañado de Thibaut Pinot, Romain Bardet, Warren Barguill, Tony Gallopin, Alexandre Geniez, Rudy Molard y Anthony Roux. Bélgica, con Tiesj Benoot y Greg Van Avermaet como puntales, será otra selección importante hoy. Los hermanos Adam y Simon Yates encabezarán al equipo británico, mientras que Tom Dumoulin, Wilko Kelderman, Steven Kruijswijk, Bauke Mollema y Sam Oomen forman parte de la estelar escuadra neerlandesa.
Colombia también tendrá hoy una nutrida representación de sus mejores corredores, con Nairo Quintana, Rigoberto Urán y Sergio Luis Henao como líderes. El polaco Michal Kwiatkowski (campeón del mundo hace cuatro años en Ponferrada), el irlandés Dan Martin, el checo Roman Kreuziger, el portugués Rui Costa (campeón del mundo en 2015) y el ruso Ilnur Zakarin son otros corredores a tener en cuenta, de entre los 188 ciclistas de 44 países que participan en la prueba.
El recorrido es muy duro, más que ninguna de las otras pruebas disputadas hasta ahora (de las que hablamos más abajo). Para empezar, un recorrido de 84,2 kilómetros, que antecede a seis vueltas al circuito de 23,8 kilómetros, con la exigente subida que ya hemos visto en las carreras de otras categorías. Y, después, la muy esperada ascensión a Gramartboden, un muro de 2,8 kilómetros con un desnivel medio del 11,5% y paredes de hasta el 28%. Una salvajada que decidirá la carrera.
Eurosport y Teledeporte emitirán la carrera desde las 14 horas.
En la prueba femenina de ayer, la holandesa Anna Van der Breggen se exhibió. Quedaba una vuelta y media para el final cuando se marchó hacia adelante y perdió de vista ya hasta meta a sus rivales. Aventajó en 3:42 a la australiana Amanda Spratt y en 5:26 a la italiana Tatiana Guderzo. La neerlandesa Annemiek Van Vleuten sólo pudo ser séptima, mientras que la primera española fue Mavi García, 19º.
La prueba en ruta masculina sub23, disputada el viernes, ofreció también un gran espectáculo. El corredor suizo Marc Hirschi se impuso, tras atacar en la bajada final, y logró el arcoíris al vencer en solitario. El belga Bjorg Lambrecht se llevó la plata y el finlandés Jaakko Hanninen.
Comentarios