Quintana y Landa, segundo intento en el Tour

Nairo Quintana y Mikel Landa volverán a liderar al Movistar en el Tour de Francia del próximo año. La insatisfactoria experiencia de esta temporada, en la que ambos compartieron galones en la ronda gala, junto a Alejandro Valverde, no impedirá que el colombiano y el vasco vuelvan a la Grande Boucle como colíderes de la escuadra telefónica. Así lo confirmó Eusebio Unzué en la concentración del Movistar en Gorraiz, Navarra. 


Visto lo sucedido este año, en el que ninguno de los dos estuvo a la altura y el problema no fue que compartieran galones, sino que, a la hora de la verdad, no lograron estar a la altura de sus principales rivales, quizá no venga muy a cuento la pregunta de si es error volver a intentarlo. Porque lo que falló el año pasado no fue la estrategia o la convivencia entre ambos, aparentemente buena, sino sus fuerzas. No tuvieron piernas. Quintana no estuvo a la altura, mientras que Landa, afectado también por una caída, fue un quiero y no puedo. Es lógico que Movistar lo vuelva a intentar en 2019. Sobre todo, porque ambos desean acudir al Tour y el margen del equipo para elegir por uno solo es escaso

Ha habido rumores fuertes sobre la posible salida de Landa hacia Astana. Unzué los descartó, pero en algunos momentos de esta temporada casi se dio por hecho. Landa quiere correr el Tour como líder. Y lo merece. Quintana también, por sus galones, por lo logrado en años anteriores. La situación es difícilmente manejable. Si el equipo hubiera optado por ir al Tour sólo con un líder, probablemente el otro habría abandonado el equipo. Dicho esto, contar con dos escaladores como ellos en el Tour, sobre todo en un Tour tan montañoso como el de 2019, es un lujo y no puede verse de otra forma. 

Sólo si ambos no se entendieran bien sería un problema. No da la sensación de que Landa y Quintana sean amigos inseparables, pero tampoco se trata de eso. Sí han demostrado en alguna ocasión que son capaces de ponerse de acuerdo para ejecutar una estrategia, sea o no exitosa. El problema no ha sido su convivencia, sino que, por distintas circunstancias, ambos han estado un punto por debajo de sus rivales. En principio, Landa llegará al Tour después de correr el Giro, que no es el camino más recomendable para llegar fresco a la ronda francesa, mientras que Quintana disputaría la Vuelta después. Valverde estará liberado de liderar al equipo en una gran Vuelta, aunque el tiempo dirá. Su objetivo es brillar en las clásicas y seguir sumando victorias a su impresionante palmarés, el año en el que lucirá el maillot arcoíris de campeón del mundo. 

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