Valverde estrenará el arcoíris en Lombardía

Alejandro Valverde tuvo ayer el merecido reconocimiento por su excepcional triunfo en el Mundial de Innsbruck el domingo. El ciclista murciano protagonizó todas las partes, tanto de los medios deportivos como de los generalistas, y ayer fue recibido con efusividad por aficionados que quisieron felicitarle por su hazaña, tantos años perseguida, 15, nada menos. El corredor murciano atendió a los medios de comunicación y en varias entrevistas explicó lo que siente, ya más reposado, con el maillot arcoíris y sus planes de futuro. 


Parece que el ciclista del Movistar estrenará la túnica que le acredita como el mejor ciclista del mundo en el Giro de Lombardía, el quinto monumento del año, que se disputará el 13 de octubre. Suele ser habitual que los campeones del mundo estrenen su arcoíris en la cita italiana, conocida como la clásica de las hojas muertas, por el paisaje otoñal de esta época del año. Aún no lo tiene decidido al 100%, pero parece que esa es su intención. 

Valverde también repitió una y mil veces su agradecimiento a sus compañeros de la selección española, que hicieron un trabajo formidable al servicio del murciano. Según contó Valverde, la concentración en Sierra Nevada fue clave. Llegaban de la Vuelta y esa concentración sirvió para hacer piña, para conjurarse en busca del grandioso objetivo de vestir a Valverde con los colores del arcoíris. El espíritu de Granada funcionó y todos los compañeros de Valverde estuvieron en su sitio en la prueba. 

Ahora, enfundado en el maillot de campeón del mundo, con una medalla de oro en su casa, ¿qué planes tiene Valverde? Desde luego, no retirarse. Ya lo dejó claro antes de disputar la cita mundialista y lo reiteró tras su victoria. Seguirá, al menos un año más, para lucir el arcoíris. Y puede que algo más allá, porque ayer los periodistas le preguntaron si le gustaría llegar a Tokio 2020, la cita olímpica donde tendría 40 años. Y él, claro, dijo que sí. Es pronto, pero él parece ilusionado con la opción de disputar sus quintos Juegos Olímpicos y, entonces ya sí, colgar la bicicleta. De momento, sus objetivos más próximos parecen claros. El próximo año, Valverde disputará las grandes clásicas de primavera, así que lucirá el arcoíris sobre los adoquines de Flandes. Nuevos retos para un ciclista de 38 años con la ilusión de un juvenil al que ya le quedan pocas conquistas que realizar. 

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