Fue en Argentina, en el Tour de San Luis de 2015, donde Fernando Gaviria se presentó en sociedad como el gran velocista que es. Procedente de la pista, el corredor colombiano lleva una carrera meteórica en el pelotón, en el que se ha convertido en apenas cuatro años en uno de los mejores esprinters del mundo, un hombre a seguir en las llegadas masivas. En aquel Tour de San Luis, Gaviria ganó dos etapas. Una de ellas, imponiéndose al por entonces todopoderoso Mark Cavendish. Fue aquella actuación memorable en San Luis la que le permitió dar el salto a Europa, al Etixx-Quick Step. Este año estrena equipo, en el UAE Team Emirates, y vuelve por sus fueros: ganando en la carrera inaugural de la temporada en Argentina.
Cinco años lleva Gaviria en la primera línea del pelotón internacional. Y todo comenzó en Argentina, sí. El ciclista colombiano volvió al Tour de San Luis en 2016, donde también ganó una etapa. En 2017, la Vuelta a San Juan tomó el relevo de aquella prueba, y Gaviria volvió, claro, y ganó otras dos etapas. El año pasado se llevó un triunfo al sprint y este año, de momento, se ha estrenado a las primeras de cambio.
Gaviria es el primer líder de la Vuelta a San Juan, tras imponerse en el sprint al italiano Matteo Malucelli, del Caja Rural-Seguros RGA, y de Sam Bennet, del Bora. Peter Sagan, compañero de este, terminó noveno. La escapada de día estuvo protagonizada por Zamora, Gordillo, Tivani, Lucero, Contreras, Arroyo, Méndez y Ferreira. Después llegó otra fuga, con Osorio, Lucero, Machado y Navarrete. Los equipos de los hombres rápidos controlaron la carrera sin problemas para provocar el primer sprint de la ronda argentina.
El ciclismo no sólo se disputa estos días en Argentina, ya que ayer concluyó la Tropicale Amissa Bongo, de Gabón, que ganó Niccolo Bonifazio y en la que André Greipel consiguió un triunfo de etapa especial, ya que con ella se convirtió en el primer ciclista en sumar al menos una victoria en los cinco continentes.
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