Alaphilippe y Van Vleuten triunfan en la Strade Bianche

La doble ración de ciclismo en la Toscana comenzó ayer pronto, con la edición femenina de la Strade Bianche, que por primera vez retransmitió en directo Eurosport. La holandesa Annemiek van Vleuten fue la más fuerte de la prueba y se impuso en solitario tras un espectacular demarraje en el último tramo de sterrato de la carrera de las carreteras blancas. Nada pudieron hacer por detrás las perseguidoras, entre las que se encontraban varias de las mejores ciclistas del pelotón, como Anna van der Breggen y la histórica Marianne Vos


Van Vleuten venció con 37 segundos de ventaja, a lo campeona, con una exhibición formidable. Es la primera victoria de la temporada para la ciclista holandesa, que el año pasado consiguió diez triunfos, entre las que destacan la victoria en la general del Giro de Italia, más tres etapas en la corsa rosa, La Course by Le Tour de France y el Mundial contrarreloj

Apenas una hora después del final de la prueba femenina comenzó la retransmisión televisiva del final de la carrera masculina. Circulaba por entonces en cabeza Diego Rosa, el ciclista italiano del Sky enamorado de la Strade Bianche (quién no lo está), último superviviente de la fuga del día. Pero pronto se rompió el grupo principal en mil pedazos. Es el gran aliciente de este tipo de carreras, hay multitud de grupos, los corredores sobreviven como pueden a las dificultades que se les cruzan. 

Hubo un primer movimiento protagonizado por Schachmann y Kuzetsov que no llegó muy lejos. Pronto el grupo de los favoritos se redujo hasta su mínima expresión. No cualquier corredor puede ganar una prueba así, ni mucho menos. La selección natural termina dejando en cabeza a los mejores clasicómanos y a los hombres más fuertes. De entre ellos, quien desató definitivamente las hostilidades fue Jakob Fuglsang, el ciclista danés del Astana, que lanzó un ataque potente en la parte decisiva de la carrera. En un primer momento sólo le siguió Wout Van Aert, que este año corre para el Jumbo-Visma, y que el año pasado entró en el podio de la Strade Bianche. Poco después llegó a su altura, con inusitada facilidad, Julian Alaphilippe

Hubo entendimiento entre los tres ciclistas escapados. Fuglsang y Alaphilippe, representantes de los dos equipos con más victorias en lo que va de año (Astana y Deceuninck-Quick Step) descolgaron a Van Aert en una exigente ascensión. Pero el ciclista belga no tiró la toalla en ningún momento, lo que le permitió volver a entrar en el grupo cabecero a falta de poco más de tres kilómetros para el final, aprovechándose astutamente de la vigilancia entre Fuglsang y Alaphilippe. Pero quedaba aún el último gran escollo, la inhumana subida al centro de Siena por Via Santa Caterina, donde reventó el año pasado Van Aert. Esta vez tampoco pudo seguir el ritmo de sus dos compañero de fuga. Alaphilippe hizo buenos los pronósticos y ganó con autoridad, sin darle opciones reales al corredor danés del Astana. 

Es la cuarta victoria del corredor francés del Deceuninck-Quick Step este año, tras sus dos triunfos de etapa en la argentina Vuelta a San Juan y su victoria parcial en el Tour de Colombia

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