Festín de los hermanos Yates en Francia e Italia

Jornada de gloria para los hermanos Yates. Los dos fueron protagonistas ayer en las dos citas estrella del calendario ciclista que se disputan de forma simultánea esta semana: la París-Niza y la Tirreno-Adriático. La prueba francesa, empezamos por ahí, vivía una jornada clave, ya que se disputó una contrarreloj individual de 25,5 kilómetros, importante en la lucha por la general. Simon Yates, quien había perdido tiempo con los favoritos en las ventosas jornadas precedentes, se impuso en la crono y aventajó en 11 segundos a Michal Kwiatkowski, quien reforzó su liderato en la general, pero no lo suficiente, ni mucho menos, como para estar tranquilo en las próximas etapas montañosas. 


El compañero en el Sky Egan Bernal sale de la contrarreloj quizá como el máximo favorito a la victoria final en la Carrera del Sol. Ayer hizo una crono excelsa, al terminar sexto a sólo 15 segundos de Yates. Esta edición de la París-Niza está dando un auténtico recital: rompiendo el pelotón en el llano con los abanicos y cumpliendo con nota en la lucha contra el reloj. Ahora falta por ver si mantiene estas extraordinarias sensaciones en la montaña, su gran especialidad. 

De momento, Kwiatkowski sigue líder de la carrera francesa con 19 segundos de ventaja sobre Bernal. Está por ver qué estrategia toma el Sky, pero, a priori, el colombiano es mucho mejor en la montaña que el ciclista polaco. La tercera posición en la general la ocupa Luis León Sánchez, a 28 segundos del líder. A menos de un minuto y medio de la primera posición están Wilko Kelderman, Bob Jungels, Nairo Quintana y Romain Bardet, entre otros. 

En principio, la etapa de hoy es apta para velocistas. La carrera se decidirá en las jornadas del sábado (con final en el Col de Turini, con 14,8 kilómetros al 7,3%) y del domingo (con un perfil escarpado que incluye el Col d'Eze y el Col des Quatre Chemins). 

Mientras Simon Yates ganaba la crono de la París-Niza, Adam Yates se ponía líder en la Tirreno-Adriático. El final de la segunda etapa de la carrera italiana, la primera en línea, picaba hacia arriba y los hombres fuertes de la prueba se movieron. Especialmente, Primoz Roglic, muy activo, que provocó el corte definitivo en la parte final. 

El más rápido del grupo fue, para no variar, Julian Alahpilippe. El Valverde francés, que venía de ganar la Strade Bianche, se impuso con autoridad a Greg Van Avermaet. Es la quinta victoria del año del corredor galo del Deceuninck-Quick Step. 

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