El Mitchelton-Scott de Adam Yates ganó ayer la contrarreloj por equipos que abrió la Tirreno-Adriático, lo que permite a Michael Hepburn convertirse en el primer líder de la carrera de los dos mares. La crono, de 21,5 kilómetros, marcó diferencias, pero no decisivas. No pueden serlo, claro, teniendo en cuenta que queda por delante todo, con varias etapas rompepiernas que, esas sí, decidirán la prueba, así como la contrarreloj individual del último día.
De momento, Yates consigue una ventaja de siete segundos sobre el Jumbo-Visma de Primoz Roglic, 12 segundos sobre el Sunweb de Tom Dumoulin, 38 segundos sobre el Sky de Geraint Thomas, 58 segundos sobre el Groupama FDJ de Thibaut Pinot y 1:10 sobre el Bahréin-Merida de Vincenzo Nibali.
La etapa de hoy, la primera en línea de la ronda italiana, está destinada, siempre a priori, al sprint.
Mientras, en la París-Niza, se produjo un vuelco a la general. Cambió el escenario de la prueba, con perfiles llanos en las tres primeras jornadas, y Dylan Groenewegen cedió el maillot amarillo, al perder hasta el apellido, igual que el resto de velocistas. Los contendientes por la general de la carrera francesa no fueron ayer demasiado osados y prefirieron guardarse para la contrarreloj de hoy.
El triunfo de etapa se jugó entre los más fuertes de la escapada del día: Magnus Cort Nielsen (Astana), Thomas De Gent (Lotto-Soudal), Giulio Ciccone (Trek-Segrafedo) y Alessandro De Marchi (CCC). El más fuerte de ellos fue el ciclista danés del Astana, que suma así la decimosexta victoria del conjunto kazajo esta temporada. Segundo en la general es ya Luis León Sánchez, compañero de Cort Nielsen en el Astana, que tiene por delante a Michal Kwiatkowski, uno de los dos líderes del Sky, junto a Egan Bernal.
La crono de hoy, de 25,5 kilómetros, será clave para el desarrollo de la Carrera del Sol. Sobre todo, porque obligará a los escaladores a moverse en las jornadas venideras.
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