La Vuelta Ciclista a España es, sin duda, la carrera de tres semanas más imprevisible. Sobre el papel, sólo sobre el papel, tres equipos parten como las escuadras a seguir en la próxima edición de la ronda española, que comienza este sábado. Para empezar, el Jumbo-Visa de Primoz Roglic, tercero en este Giro de Italia, y Steven Kruijswijk, tercero en el Tour de Francia. Junto a ellos, un ocho de garantías, que completan Robert Gesink, Lennard Hofsede, Sep Kuss, Neilson Powless y Tony Martin. Un equipo muy fuerte, igual que el Movistar de Richard Carapaz, vigente ganador del Giro de Italia, Alejandro Valverde y Nairo Quintana. Les acompañarán Marc Soler, Imanol Erviti, Nelson Oliveira, Jorge Arcas y Antonio Pedrero. El tercer equipo en discordia será el Astana, encabezado por Miguel Ángel López, a quien acompañarán Jakob Fuglsang, los hermanos Ion y Gorka Izagirre, Manuele Boaro, Luis León Sánchez y Omar Fraile.
Lo más probable es que el vencedor de la Vuelta salga de alguno de estos tres equipos. Roglic será, en principio, la baza del Jumbo-Visma. También es lógico pensar que los ciclistas más en forma del Movistar y de Astana sean Carapaz y Superman López, que también vienen del Giro. Posiblemente, a Kruijswijk y Valverde les pesarán los esfuerzos del Tour, igual que a Quintana, quien además se despedirá del Movistar en esta carrera. Carapaz y Miguel Ángel López tienen en su mano hacer historia, ya que una victoria de cualquiera de los dos implicaría que las tres grandes vueltas de la temporada se irían hacia América Latina.
Es innegable que, de entrada, la participación de este año de la Vuelta es algo inferior a la de ediciones precedentes, pero eso no significa que no vengan a la ronda española muchos de los mejores ciclistas del mundo, ni desde luego que no vayamos a ver una edición emocionante. Roglic y Carapaz son los máximos favoritos a la victoria. Superman López estaría en un escalón inferior, en el que se encontraría también su compatriota Esteban Chaves, que liderará al Mitchelton-Scott en ausencia de Simon Yates, que no defenderá su victoria del año pasado. Junto a él, Mikel Nieve buscará el protagonismo en la montaña. Chaves es toda una incógnita, igual que Fabio Aru, que encabezará al Emirates, y Rafal Majka, líder del Bora. Rigoberto Urán será el jefe de filas del Education First.
En el conjunto Ineos finalmente sí estará David De la Cruz, aunque en la primera lista que presentó el equipo no estaba incluido. Se rumorea que el conjunto británico habría decidido inicialmente no traer a la Vuelta al ciclista español por su posible fichaje por Movistar para la próxima temporada. Al final, correrá en lugar de Ellisonde. Junto a él, liderarán al Ineos Wout Poels y el joven Tao Geoghegan. Precisamente uno de los grandes alicientes de la Vuelta es siempre, y lo será también este año, ver a jóvenes figuras, cuyo techo no está escrito, como Gregor Mühlberger (Bora), James Knoxx (Deceuninck-Quick Step), Hugh Carthy y Sergio Higuita (Education First) o Mark Padun (Bahein-Merida).
En el campo de los velocistas, Fernando Gaviria (Emirates) parte como el máximo favorito. Se verá las caras en los sprints con Luka Medgec (Mitchelton-Scott), John Degenkolb (Trek) y Sam Bennett (Bora). Y a ello habrá que sumar todos los ciclistas que busquen ser protagonistas en escapadas, como Óscar Rodríguez (Euskadi Murias), flamante ganador de etapa el año pasado. O tantos otros, como Pierre Latour (Ag2r), Dylan Teuns (Bahrein-Merida), Ángel Madrazo (Burgos-BH), Jon Aberasturi y Alex Aranburu (Caja Rural-Seguros RGA), Darwin Atapuma, los hermanos Jesús y Jóse Herrada, y Luis Ángel Maté (Cofidis), Edvald Boasson Hagen y Luis Meintjes (Dimension Data), Dani Navarro (Katusha), Nicolas Roche (Sunweb), Gianluca Brambilla (Trek) o el incombustible Thomas De Gent (Lotto Soudal), el hombre siempre en fuga.
Comentarios
Roglic y Carapaz los favoritos. Yo pondría en el mismo escalón a Supermán López por el equipo que lleva. Lástima que no podamos ver a Evenepoel, Mas, Van Aert o Van der Poel.
Este año podré verlos por Toledo. Una pena que la Vuelta proteja tanto a los corredores. A los aficionados al ciclismo nos gustaría una mayor cercanía (el podio está lejísimo por los periodistas y familiares, los ciclistas vuelan -lo entiendo- a sus hoteles, las marcas comerciales no ofrecen apenas atractivo...). Seguro que la Vuelta podría estudiar, junto con los equipos, la manera de acercarse a los aficionados, mediante espacios de entrevistas con público, firmas de los propios ciclistas...Ya sé que el esfuerzo es máximo, pero un final de etapa en el que llevas 2 horas esperando y los ciclistas entran a 60 km/h, no es muy atractivo para los aficionados.
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