Echó a rodar la Vuelta a Burgos y lo hizo con el ya clásico final explosivo en la ascensión al Mirador del Castillo. Hubo emoción, como es habitual, en el desenlace de la primera jornada de la ronda burgalesa, con victoria para Giacomo Nizzolo, del Dimension Data. El corredor italiano alcanza así su tercer triunfo de la temporada, tras las etapas que consiguió en el Tour de Omán y en el Tour de Eslovenia. Nizzolo dejó con la miel en los labios a Álex Aranburu, del Caja Rural-Seguros RGA, que a punto estuvo de lograr una victoria especial para su equipo, por lograrlo en casa. Se quedó cerca, muy cerca, pero le sobraron unos pocos metros y Nizzolo le rebasó justo sobre la línea de meta.
Hasta entonces, ese duelo muy igualado entre Nizzolo y Aranburu, la etapa había seguido el esquema previsto para una jornada con un final tan exigente como el del Mirador del Castillo. Los dos equipos más fuertes de la carrera, el Movistar de Richard Carapaz y el Ineos de Iván Ramiro Sosa, asumieron la responsabilidad de mantener controlada la escapada, aunque al final ninguno de los dos equipos logró vencer. De hecho, el final de la etapa fue especialmente malo para el Movistar, ya que varios de sus ciclistas se vieron envueltos en un par de caídas. El que más sufrió fue Rafa Valls, que fue trasladado en ambulancia al hospital de Burgos. En principio, es un golpe duro en las lumbares, pero la respuesta es positiva, según anunció el equipo.
Los miembros de la escapada fueron Roy Goldstein (Israel Academy), Stepan Kuriyanov (Rusvelo), Jesús Ezquerra (Burgos BH), Jokin Aranburu (Fundación Ciclista Euskadi) y Diego Pablo Sevilla (Kometa Cycling Team). De ellos, Ezquerra, que corría arropado por el calor del público local, fue el que más tiempo se mantuvo al frente de la carrera, aunque terminó siendo cazado.
Al final, la victoria fue para Nizzolo, que aventajó en 15 segundos a Carapaz y a Iván Ramiro Sosa. Hoy, segunda etapa, con final en Lerma y un recorrido propicio para los velocistas.
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