Valverde ejecuta el plan perfecto del Movistar


El debate, en el mejor de los casos, o incluso la polémica, casi siempre, sobre el liderato del Movistar en las grandes vueltas es ya un clásico. Ayer, Nairo Quintana declaró en mera que el jefe de filas del equipo español en la Vuelta es Alejandro Valverde por decisión de Eusebio Unzue, un extremo que ni el murciano ni el director del equipo confirmaron después. En todo caso, cuando los posibles líderes están fuertes, no hay debate que valga. La carrera pone a cada en su sitio y casi nunca el más fuerte de una carrera deja de ganarla por culpa de una lucha por el liderato de su equipo con otro corredor. Sirva todo este preámbulo para destacar que, hoy sí, la estrategia del Movistar en la etapa con final en Mas de la Cosa ha sido impecable. Quintana ha trabajado sin duda para Valverde, exigiendo a los dos grandes rivales de los corredores del equipo español en esta Vuelta: Primoz Roglic y Miguel Ángel López. El campeón del mundo ha ganado, imperial, inconmensurable, soberbio. Esta etapa es ya la victoria 127 de su carrera deportiva, esa en la que los adjetivos para describir al corredor murciano se agotaron hace años. 

El Movistar ha acertado de pleno y no se ha escondido. Igual que ayer, nadie asumía la responsabilidad de controlar la fuga. Pero hoy el equipo telefónico tenía otros planes, quería ponee en aprietos a sus adversarios  y buscar un triunfo de etapa. Dicho y hecho. El Movistar se puso a tirar a bloque, para anular las opciones de Jelle Wallays, Philippe Gilbert, Sergio Luis Henao, Stephan Rossetto, Quentin Jauregui, Gianluca Brambilla, Michael Storer, Sebastian Henao, Tomasz Marczynsky y Cyril Barthe, los componentes de la escapada del día. Esta vez no se iba a consentir a la fuga coger demasiado tiempo, esta vez la carrera estaba en el gran grupo, por obra y gracia del Movistar. 

A medida que se iba acercando el final también quisieron acelerar el ritmo el Astana de Superman López y el Jumbo-Visma de Primoz Roglic. Pero fue Quintana quien desató las hostilidades en la durísima ascensión a Mas de la Costa, dejando en cabeza a los cuatro fantásticos, los cuatro ciclistas más fuertes de la carrera, con una diferencial sideral sobre el resto. Dos ciclistas del Movistar, Quintana y Valverde, procedentes del Tour, con el handicap que eso supone, o debería suponer, y dos corredores que disputaron el Giro y tienen, en principio, una ventaja sobre los hombres del equipo español, Roglic y López. Este último no ha estado hoy tan súper como nos tiene acostumbrados en las subidas, mientras que el corredor esloveno ha exhibido una solidez inmensa, aguantando cada arreón de Quintana. 

A día de hoy, cuando queda mucha Vuelta por delante, Roglic es el máximo favorito a la victoria final, porque la crono de Pau le beneficia y en ella debería sacarle una amplia diferencia a sus rivales. El tiempo dirá, en todo caso, porque también en el Giro pareció ser el más fuerte y la carrera se le hizo muy larga. El tiempo dirá. Bendita igualdad la mostrada hoy por los cuatros grandes de esta Vuelta, maravillosa proximidad la que tienen los cuatro en la general, con López, otra vez, líder, que cede y recupera el rojo en esta carrera como quien respira. 




El corredor colombiano del Astana ventaja en sólo seis segundos a Roglic, en 16 segundos a Valverde, en 27 segundos a Quintana y ya en 1:58 a Rafal Majka, el primero de los mortales, que están muy lejos de los cuatro fantásticos, mucho más aún de lo que sugiere su distancia en la general. La Vuelta es cosa de cuatro y entre ellos está el incombustible Alejandro Valverde, al que contemplan 127 victorias. 



Mañana, etapa entretenida entre Valls e Igualada, con un puerto de segunda cerca de meta, aperitivo de la durísima etapa por terreno andorrano del domingo. Esto no para, la Vuelta sigue enamorando a diario. Continuará. 

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