Bennett se impone al caos en Oviedo


El guión de la decimocuarta etapa de la Vuelta ha cumplido de forma milimétrica el guión que más o menos todo el mundo manejaba. Al menos, en casi todo, porque nadie podía prever un desenlace tan accidentado y una caída tan numerosa como la que ha ocurrido y en la que se han visto implicados, parece que sin consecuencias serias, los primeros de la general. Hasta esa parte final del recorrido, ya en las calles de Oviedo, todo ocurrió como estaba previsto. 

Primero, una escapada, en este caso menos numerosa que en días precedentes, quizá porque los equipos sabían que tenía menos opciones de triunfar. Los equipos de los hombres rápidos tienen muy pocas oportunidades en la Vuelta y la de hoy no la iban a dejar escapar. La fuga del día la han protagonizado Silvan Dillier (AG2R La Mondiale), Luka Pibernik (Bahrain-Merida), Harm Vanhoucke (Lotto Soudal), Salvatore Puccio (Team Ineos), Diego Rubio (Burgos-BH) y Stéphane Rossetto (Cofidis). Seis hombres al comando hasta que restaban apenas cinco kilómetros para el final, cuando fueron cazados por el trabajo de los equipos de los velocistas, en especial el Bora de San Bennett. 

El ciclista irlandés, ganador ya de una etapa en esta Vuelta, era el máximo favorito a la victoria y también en eso se ha cumplido el guión. Eso sí, lo que esperábamos que fuera un sprint numeroso ha sido un duelo a tres entre el propio Bennett, Maximiliano Richeze y Tosh Van der Sande. El corredor del Bora ha sido claramente superior a sus rivales y ha conseguido su decimotercera victoria de la temporada. 

En la caída se han visto afectados todos los favoritos. Alejandro Valverde ha declarado en meta que se cayó cuando ya casi estaba parado y que no tenía grandes dolores. Tampoco parece que Primoz Roglic tuviera grandes consecuencias de la caída. El joven Tadej Pogačar sangraba de un codo y se dolía de una rodilla, pero tampoco se le veía con lesiones serias. Quien sí tuvo que ser atendido y trasladado en ambulancia fue Luka Mezgec, que se ha llevado la peor parte de la caída, en la que se no se marcarán tiempos, ya que se produjo dentro de los últimos tres kilómetros del recorrido. 



La Vuelta seguirá mañana y el lunes en Asturias, con sendas etapas de montaña que se antojan decisivas, sobre todo, para comprobar si los rivales del todopoderoso líder quieren intentar alguna estrategia para arrebatarle a Roglic el maillot rojo, como todos deseamos por el bien del espectáculo, o si pensarán ya más en el podio dado el poderío descomunal del esloveno, como muchos nos tememos. Mañana mismo empezaremos a salir de dudas. 

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