Pogačar deslumbra en Andorra y Quintana se pone líder




Hay etapas en las que la composición de la escapada sirve para anticipar en gran medida lo que se verá en la parte final de la jornada. El memorable día de ciclismo de hoy en la Vuelta (Andorra nunca decepciona) ha sido uno de ellos. Una etapa excepcional y muy emocionante, mucho más de lo que sugieren las diferencias entre los hombres fuertes de la general. Qué día de ciclismo. Ha habido de todo, hasta una tormenta brutal que ha cortado la señal de la carrera durante una parte de la ascensión final. Pero todo comenzó con una escapada numerosa en la que los equipos de los aspirantes a ganar la ronda española metieron a varios de sus mejores hombres. 

El Movistar de Nairo Quintana y Alejandro Valverde mandaron por delante a Antonio Pedrero y Marc Soler, mientras que el Astana de Miguel Ángel López metió en la fuga a Omar Fraile, Gorka Izaguirre y Jakob Fuglsang, y el Jumbo-Visma de Primoz Roglic, a Robert Gesink, Sepp Kuss y Neilson Powless. No había lugar a dudas: los equipos más fuertes de la carrera querían dar batalla en la jornada andorrana. Y así ha sido. Con muchas alternativas, con ataques lejanos, hasta con batallas internas más que evidentes. Tácticas acertadas, otras más cuestionables. Ciclismo en estado puro. Uno de los mejores días de ciclismo de la temporada. 

El más valiente entre los favoritos fue Miguel Ángel López, quien atacó en la Comella, a más de 20 kilómetros de la meta. El ciclista colombiano del Astana fue durante unos cuantos kilómetros más Superman que nunca. El conjunto kazajo, que siempre lucha, que nunca se esconde, iba camino de culminar una estrategia magistral. Izaguirre se descolgó y ayudó a López, que después se apoyó también en Fuglsang, otro compañero que había metido en la fuga. Todo hacía indicar que López iba a asestar un golpe importante a la general y a vestirse de rojo. Alejandro Valverde fue el único que hizo amago de seguir su demarraje, pero le fue imposible. Lamentablemente, una caída, que no vimos por televisión por culpa de la tormenta, dio al traste con los planes de Superman López. Una pena porque fue el más valiente, parecía el más fuerte y la estrategia de su equipo fue impecable. Pero son cosas que pasan, de la que nadie está libre. La suerte lleva tiempo sin acompañar al corredor colombiano. Es de esperar que al menos la caída no tenga consecuencias importantes y el colombiano pueda seguir dando espectáculo en la Vuelta. También se cayó Roglic, aunque parece que sin consecuencias serias. 

Si la estrategia de Astana ha sido claramente magistral, y sólo la mala suerte le ha impedido sacar partido de ella, la de Movistar ha parecido algo más cuestionable. Sí, Nairo Quintana se ha puesto líder. Sí, Alejandro Valverde está exhibiendo una fortaleza colosal. Sí, eso es lo que importa de verdad, que sus líderes tengan piernas para ganar esta Vuelta, y sin duda a día de hoy la tienen. Pero ya es imposible disimular el ambiente enrarecido en el Movistar. Nunca es fácil gestionar situaciones como esta, en la que hay dos posibles jefes de filas, dos aspirantes a ganar la carrera, pero en este caso hay varios aspectos que lo complican aún más. Para empezar, Quintana no correrá en el Movistar el año que viene y su relación con algunos de sus compañeros y con la dirección del equipo ha vivido momentos mejores. Además, tanto Valverde como Quintana vienen del Tour, lo que probablemente les pasará factura y hace dudar de las opciones de ambos, porque cuesta saber hasta dónde llegarán, en qué momento se podrán resentir frente a Roglic y López, que corrieron el Giro y están más frescos. 

Ante este panorama, el Movistar intenta capear la tormenta como puede. Marc Soler, que estaba en la escapada, tuvo que frenar para esperar a Quintana cuando el colombiano atacó en la subida final y Soler era cabeza de carrera y soñaba con ganar la etapa. Soler no ha dudado en hacer gestos ostensibles de enfado por la decisión del equipo. Nada más ser alcanzado por Quintana y el prodigioso Tadej Pogačar (20 años), éste último ha atacado y ha dejado a los dos ciclistas del equipo español compuestos y sin etapa. Soler tiró algo en pos de Quintana, pero pronto se descolgó. Al final, la renta de Quintana sobre Roglic y Valverde fue de 25 segundos, mientras que López cedió 38 segundos con su compatriota. 




El colombiano del Movistar se puso líder y deja claro que está en condiciones de ganar la Vuelta. Exactamente igual que los otros cuatro fantásticos, que ahora le siguen muy cerca en la general. Roglic es segundo a seis segundos de Quintana, López es tercero a 17 segundos y Valverde es cuarto a 20 segundos. Mañana, jornada de descanso y el martes, contrarreloj en Pau que beneficia a Roglic, quien debería salir líder de la ciudad francesa y con una renta importante sobre sus tres mayores rivales. 




Quinto en la general es Pogačar, ganador de la etapa y una de las sensaciones de esta temporada, uno de esos ciclistas de insultante juventud llamados a hacer grandes cosas. Antes de llegar a la Vuelta había ganado este año la Volta ao Algarve más una etapa, el Tour de California y otra etapa y el campeonato de Eslovenia contrarreloj. La etapa de hoy es su graduación definitiva entre los mayores. Tiene 20 años y ha ganado a gigantes de este deporte. Es jovencísimo y la victoria de hoy es ya una cosecha importante para él en esta carrera, impensable para casi cualquier otro corredor tan joven. No se puede saber hasta dónde llegará en esta forma tan extraordinaria, pero de momento ya es quinto a 1:42 del líder y no va nada mal en las contrarrelojes, así que el corredor del Emirates puede soñar con el podio de esta carrera, o algo más. La Vuelta está al rojo vivo, la Vuelta está preciosa, y lo mejor de todo es que sólo llevamos nueve etapas.

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