Las cifras redondas siempre invitan a la reflexión, a echar la vista atrás. Ahí está la crisis de los 40, por ejemplo, o el dicho que los 40 son los nuevos 30. Cuando alguien cumple años, en especial cuando entra en una nueva década, inevitablemente se toma un pienso para pensar en el camino recorrido hasta ahora. Algo así como una fiesta de 40 cumpleaños y, de paso, una forma de exorcizar cualquier atisbo de amenaza de la crisis de los 40, supone el muy interesante documental 40 años: De Reynolds a Movistar, que ha estrenado hace unos días Movistar, para festejar los muchos logros de Abarca, una estructura deportiva de leyenda que, cuatro décadas después, sigue en el pelotón internacional.
Coinciden estos 40 años de la estructura que hoy patrocina Movistar con un momento clave para el equipo, ya que esta temporada ha sido la última de Nairo Quintana, Richard Carapaz y Mikel Landa. Vienen años de renovación, con Alejandro Valverde como faro permanente e incombustible, y con Marc Soler y la incorporación de Enric Mas como grandes esperanzas de futuro. Esa será otra historia, que ojalá veamos reflejada dentro de unos años en un documental tan entretenido y gozoso para los amantes del ciclismo como éste que hoy reseño y que he disfrutado muchísimo, sobre todo, en su primer tramo, en el que se cuenta el origen de la estructura que pusieron en pie José María Echávarri y Eusebio Unzué.
Comienza el documental con unas cifras que hablan a las claras de la enorme trascendencia que Abarca ha tenido en la historia reciente del ciclismo: 15 grandes vueltas, más de 900 victorias y cuatro mundiales, entre otras muchas victorias. Todo ello, en 40 años de presencia ininterrumpida en las carreras, cuatro décadas en las que el ciclismo español ha perdido una inmensa cantidad de escuadras, en las que se ha vivido la peor crisis económica desde el crac del 29 y en las que el ciclismo ha afrontado una severa crisis de imagen a causa del dopaje. Ya sólo que una estructura ciclista que nació como un proyecto chiquito en el pueblo navarro de Irurtzun se mantenga en la élite de este deporte es algo digno de elogio y rendida admiración. Pero es que, además, en estos 40 años ha logrado grandes triunfos y, en los peores momentos, ha mantenido a un equipo español en la primera división del ciclismo mundial.
Creo que el equipo Movistar no es siempre bien tratado por los aficionados. Comete errores, como todo el mundo, pero el balance de estos 40 años de historia es más que sobresaliente. El documental, de una hora y media de duración, repasa los momentos más trascendentes del equipo, que comenzó a ser patrocinado por Reynolds y que después se llamo, sucesivamente, Banesto, Islles Balears, Caisse d'Epargne y Movistar. Desde la primera presencia del equipo en el Tour, cuando los ciclistas del equipo se quedaban descolgados en la salida neutralizada y eran vistos como ciudadanos de segunda, como relata Pedro Delgado, hasta el Giro de Italia de Richard Carapaz, los protagonistas de la historia del equipo, algunos de ellos, junto a periodistas de distintos medios, relatan los sucesos más relevantes de la historia de la escuadra.
Naturalmente, se dedica un amplio espacio a la irrupción de Miguel Indurain, el ciclista más laureado de la historia de España, ejemplo además de profesionalidad. Se muestran sus momentos más gloriosos, como esa contrarreloj del Tour de 1992 que tanto impactó a todos los que la vivieron en Luxemburgo, su victoria ante Claudio Chiappuchi (que habla en el documental) en el Giro de 1992 o el récord de la hora que batió en el velódromo de Burdeos. También se reflejan los momentos de su adiós, como esa pájara en el Tour de 1996, ese que pasó por Pamplona para rendir homenaje al amo y señor de la carrera durante los cinco años anteriores, o su retirada en la Vuelta de ese año.
También es muy interesante la recreación del duelo que vivieron en la Vuelta de 1998 dentro del equipo Abraham Olano, quien siempre arrastró el peso de la misión imposible de suceder a Indurain, como si eso fuera posible, y El Chava Jiménez, uno de los corredores con más carisma de siempre. Y después, claro, la irrupción ante Lance Armstrong en Courchevel en el Tour de 2005 de Alejandro Valverde, el Magno, a quien Perico define como "el Eddy Merckx del siglo XXI", y el Tour inesperado y accidentado de Óscar Pereiro en 2006, y los triunfos en el Giro y en la Vuelta de Nairo Quintana, y la opción de que Contador firmara por el Movistar, y el Giro de Carapaz, y el Mundial de Valverde, en el que Sagan le entrega el arcoíris con un respeto reverencial, el que se ha ganado el murciano en todo el pelotón... Tantos y tantos grandes momentos que nos ha regalado esta escuadra de leyenda.
El documental dedica también un espacio a Luis Abril, una figura clave en la historia de este equipo y, por tanto, en la historia del ciclismo en España. Creo que es justo el reconocimiento, porque a veces olvidamos que el deporte profesional, y especialmente el ciclismo, depende en gran medida de los patrocinadores. Luis Abril fue en su día responsable de que Banesto siguiera patrocinando al equipo y, más de quince años después, fue decisivo para que Telefónica diera un paso adelante y patrocinara al equipo que, ahora ya con conjunto femenino también, mira al futuro con ilusión y con un reto apasionante por delante, pero también con una gloriosa y admirable historia que, 40 años después, vale la pena recordar, aunque sólo sea para tomar impulso.
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