Muere Raymond Poulidor


El ciclismo está hoy de luto. Ha muerto Raymond Poulidor, una de las mayores leyendas de este deporte. El ciclista francés, que contó el cariño y la admiración de los amantes de este deporte hasta el final, es recordado, injustamente, como el eterno segundón. Nunca ganó el Tour de Francia, es verdad, pero de segundón tenía poco. Logró 189 victorias a lo largo de su carrera deportiva. ¡189! El hecho de que se le recuerde quedando siempre segundo demuestra hasta qué punto el Tour es la carrera más grande y mediática del planeta ciclista, y también qué poco importa en realidad el palmarés, ya que hay ciclistas que nunca han ganado el Tour pero que siguen en el recuerdo del aficionado mucho más tiempo que el de algunos ganadores de la ronda gala. 

Poulidor ganó mucho, con todo. En el Tour tuvo la mala suerte de coincidir en el tiempo con Jacques Anquetil y Eddy Merckx, dos de los mejores corredores de todos los tiempos. O, mejor dicho, uno de los mejores ciclistas de siempre (Anquetil) y el mejor de la historia (Merckx). Pero, como bien se recuerda hoy en la hora de la despedida al muy querido Poulidor, la grandeza de los triunfos deportivos se mide también por el nivel de los rivales ante los que se consignen. Y Poulidor fue un más que digno adversario de estas dos leyendas. 

No sólo no ganó nunca el Tour, es que además tampoco llegó a vestirse nunca de amarillo. Pero la relación de Poulidor con el Tour fue intensa durante toda su vida más allá de sus 14 participaciones. Una vez retirado, ha sido representante de la carrera y, ahora sí, vestido de amarillo, no se perdió ninguna edición de la prueba. Demuestra el ciclista francés que lo importante no es tanto ganar como lo que se transmite, que hay cosas más relevantes que las victorias. Poulidor, intentándolo una y otra vez, sin rendirse nunca, buscando la ansiada victoria en la mayor carrera del mundo, fue un ejemplo de perseverancia. También de saber perder. Un ejemplo de cómo vivir. Eso y su forma de ser, afable y risueño, le ganaron un lugar en el corazón de los amantes del ciclismo. 

Pero Poulidor es mucho más que el ciclista que nunca ganó el Tour, como tantos otros, por otra parte. Es el que más podios tiene en la carrera, ocho. Y fue además vencedor de la Vuelta Ciclista a España en 1964. Ganó igualmente otras pruebas de nivel como la Milán-San Remo, el Dauphiné o la París-Niza.

Con Poulidor, abuelo de Mathieu Van der Poel, se va una parte importante de la historia del ciclismo. El Tour, ese que nunca ganó pero donde tanto cautivó, lo echará de menos, igual que todos los aficionados al ciclismo que entendemos que el  palmarés (y el suyo fue gigantesco) importa menos que las emociones que se despiertan, que las sensaciones que se transmiten. Descanse en paz. 

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