Andrey Amador, uno de los mejores hombres de equipo del pelotón internacional, abandona el Movistar. Se daba por hecho, después de que el ciclista costarricense llegara a un acuerdo con el Ineos británico el año pasado, pero el culebrón en el que se convirtió su salida aún no había escrito su final. La razón de la polémica es que Amador y el Movistar habían firmado la renovación del contrato y, después de esa rúbrica, se sumó al Ineos. Al final, después de varios meses de disputa, ha habido un acuerdo, tal y como ha anunciado el conjunto telefónico a través de sus redes sociales.
Poco después del escueto y algo frío comunicado del Movistar, que pierde un valor sólido de su plantilla, Andrey Amador compartió una carta mucho más extensa y sentida. Como en las rupturas de pareja, queda claro quién ha dejado a quién. El corredor costarricense dio las gracias a todo el staff del Movistar, especialmente a Eusebio Unzué, por todo lo que le han ayudado, por darle la oportunidad hace una década. Su primera temporada con la escuadra española fue la del 2009, la última, ahora está ya confirmado, la pasada.
Andrey Amador no tiene un palmarés muy extenso (ganador de una etapa del Giro de Italia en 2012 y de la Klasika Primavera en 2018), pero es un ciclista que todo director deportivo querría tener en su equipo. Gregario infatigable, hombre de equipo, extraordinario corredor al servicio de sus líderes. No es de extrañar que el todopoderoso Ineos haya tirado de billetera para contratarlo. Es un refuerzo de un valor inmenso para el Ineos, que el año que viene tendrá a cuatro ganadores de grandes vueltas en sus filas: Egan Bernal, Geraint Thomas, Chris Froome y Richard Carapaz, pero que además tendrá una segunda y una tercera unidad que asustan.
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