El coronavirus ha puesto en cuarentena nuestras vidas y, por supuesto, también las competiciones ciclistas. La UCI ha anunciado la suspensión de todas las carreras del mes de abril, como era de prever. Muchas de las carreras suspendidas quieren pedir una nueva fecha más adelante, cuando esta pesadilla haya pasado, pero no habrá hueco para todas. Por eso, la máxima autoridad del ciclismo mundial empieza a planear cómo podría ser esa temporada reconstruida.
En un comunicado, la UCI anunció que dará prioridad a las grandes vueltas y a los monumentos del ciclismo a la hora de reubicar carreras en fechas desacostumbradas.
Según algunos medios, descartada por completo la opción de que el Giro salga de Hungría este año como estaba previsto, la organización de la corsa rosa planea comenzar la prueba el 29 de mayo en Sicilia.
Además, la UCI será flexible en cuanto al número de corredores por equipos en las carreras. No se descarta la opción de que varias competiciones deban coincidir en el tiempo, lo que dificultaría a los equipos su asistencia en plenitud de condiciones a todas las pruebas.
Asimismo, la UCI recuerda en el comunicado que la temporada de ciclismo en carretera masculino y femenino se puede prolongar hasta el 1 de noviembre. Hay todavía muchas cuestiones en el aire, pues es imposible saber cuándo volverá la normalidad. Además, sigue en el aire la celebración de los Juegos Olímpicos de Tokio, que condicionan todo el calendario ciclista este año.
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