Al Giro de Lombardía, desde hace unos años, simplemente Il Lombardía, se le conoce como la clásica de las hojas muertas, ya que se disputa siempre en otoño. Es el único monumento del ciclismo que no se corre en primavera. Pero este año raro en el que el calendario se ha tenido que concentrar como nunca antes a causa del coronavirus y del largo confinamiento, Il Lombardía será el segundo monumento de la temporada, tras la Milán-San Remo, disputada el sábado pasado, con victoria para Wout Van Aert. Aquel triunfo fue el primer monumento para Van Aert y hoy la gran pregunta es si Remco Evenepoel hará lo propio y conquistará su primer monumento en Il Lombardía. Desde luego, a pesar de su insultante juventud, es favorito, como lo es ya en todas las carreras que disputa.
Evenepoel ha ganado casi todo lo que ha corrido este año: la Vuelta a San Juan más una etapa, la Vuelta al Algarve más dos etapas, la Vuelta a Burgos más una etapa y el Tour de Polonia más otra etapa. Es verdad que Il Lombardía son palabras mayores, pero Evenepoel, también. Nada con Evenepoel es normal. Nadie le puede pedir a un chaval de 20 años que gane Il Lombardía. Pero Evenepoel no es un chaval de 20 años, es la mayor sensación del ciclismo mundial, así que hoy todos los ojos estarán puestos en él. Ya ha demostrado que la presión no le afecta demasiado.
Que Evenepoel sea el gran favorito, el hombre a batir, no significa que no haya una nómina importante de aspirantes a la victoria en la clásica italiana. El Trek, por ejemplo, presenta un septeto de garantías, con Vincenzo Nibali, Bauke Mollema y Giulio Ciccone como puntales. También son de la partida Richard Carapaz (Ineos) y George Bennet (Jumbo-Visma), quien viene de ganar el Gran Piemonte y que si no fuera porque Evenepoel lo eclipsa todo, sería el gran favorito a la victoria, dado su estado de forma. Mathieu Van der Poel (Alpecin), Jakob Fuglsang (Astana), Fabio Aru (UAE) y Rafal Majka (Bora) son otros nombres destacados de la carrera, cuya participación se resiente algo por el hecho de coincidir con el Dauphiné, donde están la inmensa mayoría de favoritos para el Tour de Francia.
El recorrido, de 231 kilómetros, mantiene las señas de identidad propias de la carrera. La ascensión al Colle Gallo será la primera dificultad montañosa a la que se enfrentarán los ciclistas tras partir de Bérgamo rumbo a Como. Después llegarán el Colle Brianza y la Madonna del Ghisallo, primer lugar de verdadera exigencia, con rampas de hasta el 14%. Tras el descenso es el turno de la Colma di Sormano y del Muro di Sormano, con dos kilómetros y desniveles de hasta el 25%. La ascensión más complicada del día será la del Civiglio, con tampas de hasta el 10%, pero aún quedarán otra subida más, la de San Fermo della Battaglia, con un desnivel máximo del 10%.
Eurosport emitirá la prueba a partir de las 16:50, tras la disputa de la cuarta etapa del Dauphiné, cuyo final está previsto más o menos para esa hora, y que tendrá además un recorrido montañoso muy atractivo, en el que volveremos a medir la solidez de Primoz Roglic y su todopoderoso Jumbo-Visma. Nuevo supersábado ciclista para disfrutar ante el televisor.
Comentarios