Wellens repite victoria y los favoritos llegan juntos


Los atractivos de una carrera de tres semanas van mucho más allá de la lucha por la general. Hoy ha sido un buen ejemplo de ello. No ha habido diferencias entre los favoritos en el final en Ourense, con un último kilómetro cuesta arriba, pero la etapa ha sido muy entretenida. En lo que respecta a la lucha por el maillot rojo de líder, Primoz Roglic ha salvado el día y está un poco más cerca de imponerse en la general final. En la batalla por la etapa, ha sido otra historia. 

Seis ciclistas han formada una escapada de mucho nivel. Marc Soler, Michael Woods, Dylan Van Baarle, Thymen Arensman, Tim Wellens, Pierre-Luc Périchon y Zdenek Štybar. Canela en rama. Tomaron una ventaja considerable, pero varios equipos intentaron echar abajo la fuga. El que más se empeñó fue el Direct Energie, que trabajó para las opciones de Julien Simon. Ganar una etapa en una gran vuelta es muy complicado, sobre todo para ciertos equipos, y es muy admirable que lo prueben, incluso cuando no parecen tener grandes opciones. 

La ventaja de los escapados llegó a bajar de los dos minutos, pero había mucho nivel por delante y en ningún momento peligraron sus opciones de disputarse la etapa entre ellos. Saltó Michael Woods en el puerto de tercera categoría situado cerca de meta, pero sus cinco compañeros pudieron darle caza. En el descenso se fueron por delante Štybar y Soler. No llevaba buen compañero el ciclista del Movistar para disputar con él una victoria de etapa. Pero es que después entró Wellens y, más tarde, todos los demás. En la exigente rampa final se impuso Wellens ante Woods, por lo que el ciclista belga sumó su segundo triunfo parcial en esta Vuelta. 



Cuatro etapas le quedan a esta Vuelta y, de ellas, si descontamos la etapa final de Madrid, sólo tres en las que se puede ver batalla entre los hombres fuertes de la general. Mañana llega la etapa a Puebla de Sanabria, tras un recorrido escarpado, mientras que el viernes los ciclistas subirán un puerto de segunda y otro de primera camino de Ciudad Rodrigo. Ya el sábado se disputará la última etapa de montaña, con final en La Covatilla. 

Las diferencias son pequeñas, es verdad, pero también lo son ya las fuerzas que le quedan a los ciclistas. Roglic cuenta con 39 segundos de ventaja sobre Richard Carapaz y con 47 segundos sobre Hugh Carthy. No son diferencias insalvables, pero tampoco parece sencillo que el esloveno las pueda dejar escapar. El hecho de que suela llegar más bien justo a la parte final de las grandes vueltas añade incertidumbre al desenlace de la carrera. Todo puede ocurrir, por supuesto, pero Roglic cuenta a su favor con el poderío del Jumbo-Visma, el equipo más fuerte de la prueba. Carapaz y Carthy se debatirán entre asegurar el podio que tienen casi sentenciado y arriesgar esa posición de privilegio en busca de ganar la carrera. No es una decisión tan sencilla ni tan obvia cómo podemos pensar los aficionados. Es lógico que cueste poner en peligro un éxito más o menos seguro, en este caso, ser podio en la Vuelta, con ataques desde lejos o apuestas valientes. Veremos. 

Más lejos en la general y sin nada que perder están Dan Martin, cuarto a 1:42, y Enric Mas, quinto a 3:23. El mano a mano con los tres primeros clasificados no les sirve para entrar en el podio, así que necesitarían buscar embocadas desde lejos o en la jornada del viernes. Todas estas elucubraciones, claro, las hacemos sin tener en cuenta lo más importante de todo: las fuerzas con las que llegan los ciclistas a esta parte final de la Vuelta. Una Vuelta que, además, ha tenido mucho desgaste desde el primer día. No parece que ninguno de los hombres fuertes de la general lleguen precisamente sobrados a estas etapas en las que habrá de decidirse la carrera. Pero esto es ciclismo y en el ciclismo todo es posible. 

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