Había muchas ganas de Itzulia después de un año de ausencia y la prueba vasca no está decepcionando. Ni un día sin emoción, ataques y alternativas. Una fiesta. La etapa de hoy, con final en Hondarribia, ha deparado un gran espectáculo y también ha dejado un inesperado cambio en la general.
Para empezar, ha habido mucha lucha para formar la escapada del día. Más de 100 kilómetros se tardó en formar la fuga, con Guillaume Martin (Cofidis), Jefferson Cepeda (Caja Rural-Seguros RGA), Ben O’Connor (Ag2r Citroën) y Juanpe López (Trek).
Por detrás, el trabajo del Bahrein en la ascensión a Jaizkibel para Landa anticipaba que el ciclista vasco tenía ganas de fiesta. Era día de landismo, o eso parecía. A 24 kilómetros del final, ya subiendo Enlaitz, Landa atacó y se fue por delante junto McNulty, compañero de Pogacar en el UAE, y Chaves. No lograron distanciarse demasiado del grupo y cuando fueron neutralizados lo probaron Bilbao y Chaves, a los que se unieron Vingegaard, Buchmann, Izagirre y McNulty.
Se dio entonces una situación peculiar. Ni Pogacar ni Roglic, los dos más fuertes de la carrera, se fueron por delante. En su lugar, enviaron a McNulty y Vingegaard, sus dos mejores gregarios. El duelo entre el UAE y el Jumbo-Visma que está marcando esta Vuelta al País Vasco, continuó, pero con otros actores, mientras los protagonistas se mantenían en un segundo plano. Roglic no se puso nervioso, lo que permitió al sexteto delantero abrir hueco y a Brandon McNulty situarse como líder en la general, con 23 segundos de ventaja sobre el propio Roglic, 28 segundos sobre Vingegaard, 36 segundos sobre Pello Bilbao y 43 segundos sobre Pogacar.
La lucha por la general se pone preciosa y no menos preciosa ha estado la disputa por el triunfo de etapa, en el que se ha impuesto en un sprint muy ajustado Ion Izagirre, ante Pello Bilbao. Un final casi de foto finish. Ha tardado en llegar la primera victoria española del año, pero ahora no paran de sumar más y más triunfos.
Mañana, quinta etapa, en principio, llamada a ser una jornada de transición antes de la última jornada del sábado, con el clásico final en Arrate.
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