Acostumbrados a ganar casi en cualquier territorio, 2023 no está siendo un buen año para el Soudal-Quick Step. No es, ni mucho mejor, que la temporada esté siendo desastrosa para el equipo belga, que de hecho suma 18 victorias este año, pero el nivel al que está habituado es tan elevado y, sobre todo, su rendimiento en las clásicas está siendo tan modesto, que hay un regusto amargo en la escuadra de Patrick Lefevere.
Lo ocurrido hoy en la penúltima etapa de la Itzulia es un buen ejemplo de cómo al equipo belga le está costando ganar mucho más este año. Para empezar, dos ciclistas del Soudal formaron la fuga del día. Cattaneo, que llegó a ser líder virtual durante parte de la etapa, y Cavagna abrieron camino, aunque un pelotón controlado por el Jayco los mantuvo en todo momento bajo control.
Después, tras un corte provocado en cabeza tras un buen ataque de Enric Mas en el penúltimo repecho del día, la carrera se quedaba, en principio, con un escenario muy propicio para el equipo belga, ya que tenía en ese reducido grupo delantero a dos corredores muy rápidos, Andrea Bagioli y Mauro Schmid. Parecía que eran los grandes favoritos en la volata final en Amorebieta, pero no contaban con Sergio Higuita, que lanzó el sprint desde lejos con una potencia descomunal que le dio la primera victoria de la temporada la corredor colombiano del Bora.
Mañana, etapa reina de la carrera, la última. No va más. Un recorrido rompepiernas con salida y meta en Eibar donde se resolverá la carera que domina con mano firme Jonas Vingegaard ante un Mikel Landa que seguro que lo intentará.
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