Todo para Jonas Vingegaard en la Itzulia. El ciclista danés del Jumbo-Visma ha vuelto a ganar hoy en la Vuelta al País Vasco y afianza su dominio frente al resto de aspirantes a la victoria. Hoy Mikel Landa, crecido en la carrera de cada, realmente fuerte y combativo, ha sido el que más ha aguantado ante el todopoderoso Vingegaard, e incluso ha intentado disputarle el triunfo de etapa. Dicen que a quien da todo lo que tiene no se le puede pedir más y hoy Landa no se ha guardado ni un poco. Lo ha intentado hasta el final pero Vingegaard es mucho Vingegaard y la punta de velocidad del danés es inalcanzable para el ciclista vasco.
Hoy ha sido, pues, un día de landismo en la Itzulia. Es decir, un día de emoción. Fue la subida a La Asturiana donde se desataron las hostilidades. El equipo Education First intentó agitar la carrera con sendos ataques de Rigoberto Urán y de Richard Carapaz, pero ambos movimientos mostraron más voluntad que fuerza, más ganas que poderío. Para entonces ya había sido neutralizada la escapada formada por Barrenetxea, Caicedo, Jousseaume, Tesfatsion y Vahoucke.
Antes de esa subida clave para la etapa se había vivido momento relevante, el segundo sprint intermedio, en el que Vingegaard se impuso por delante de Ion Izagirre, por lo que el danés se llevaba tres segundos de bonificación. En la ascensión a La Asturiana, tras los intentos del Education First, Vingegaard arrancó y nadie pudo seguirlo en un primer momento, aunque Landa, haciendo un esfuerzo enorme, logró poco después llegar a su altura.
Landa aguantó toda la subida a la rueda de Vingegaard, sin darle un solo relevo y sin que el líder se lo pidiera. Sólo en el descenso, cuando recuperó un poco el aliento, entró el ídolo local al relevo e incluso forzó a Vingegaard en alguna curva, aunque no logró poner nervioso al danés, que no sabe qué es eso de ponerse nervioso. Los dos hombres de cabeza se vigilaban mientras el grupo perseguidor se organizaba, en especial, gracias al trabajo del Soudal-Quick Step, lo que terminó reduciendo el meta la ventaja desde el medio minuto que llegaron a alcanzar hasta apenas dos segundos.
Landa quiso disputarle la victoria a Vingegaard pero no pudo hacer nada, por lo que el danés se llevó además los diez segundos de bonificación en meta. Landa, segundo, sumó seis, por lo que ahora Vingegaard le saca doce. No es, por supuesto, una diferencia insalvable, pero Vingegaard transmite un dominio arrollador, y eso que su equipo no ha mostrado hoy excesiva fortaleza. No le ha hecho falta tampoco.
Mañana, quinta etapa, de nuevo con perfil escarpado, aunque menos exigente que la etapa de hoy y, sobre todo, que la del sábado, que será la decisiva.
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