Mohoric deja a Asgreen a las puertas del doblete


El arrollador dominio de Jonas Vingegaard tras su exhibición en la contrarreloj del pasado martes antes Tadej Pogacar le ha hurtado a las etapas finales del Tour la emoción en la lucha por el maillot amarillo pero la carrera es mucho más que la general. Y este Tour está siendo emocionante y nos está ofreciendo emoción casi a diario. Ayer, la fuga sorprendió al pelotón y hoy ha ocurrido lo mismo en una jornada que ha sido una auténtica clásica dentro de una gran vuelta. Un sensacional día de ciclismo en el que no ha hecho falta ver ataques entre los favoritos ni subidas a grandes puertas para disfrutar de lo lindo. 


El recorrido, escarpado y exigente, y el momento del Tour en el que llega esta etapa, ya a punto del final, con el agotamiento acumulado en las piernas de todos los ciclistas, invitaban a que hoy hubiera pelea. Y vaya si la ha habido. Desde el principio, porque la batalla para formar la escapada fue muy larga e intensa, y hasta el final, porque el mano a mano entre Matej Mohoric y Kasper Asgreen ha sido muy ajustado y ha hecho falta la foto finish para saber que fue el primero quien ganó la etapa por la mínima y que el danés del Soudal-Quick Step se quedaba a las puertas de repetir victoria tras su triunfo de ayer. Hubiera sido casi histórico: dos etapas seguidas en el Tour sin ser un velocista ni un gran escalador. 


Las escaramuzas iniciales dejaron multitud de ataques, entre ellos, uno de Peter Sagan, que por supuesto hizo mucha ilusión a todo amante del ciclismo. El eslovaco no es lo que era y está muy lejos de su mejor versión. Lo de hoy, un chispazo, fue como su despedida, un instante mínimo de gloria. Al final Sagan, que corre su último Tour, se quedó en el segundo pelotón. Tras mucha batalla se formó la fuga con Barguil, Benoot, Haig, Alaphilippe, Zimmermann, Politt (que tuvo mala suerte con un problema mecánico y perdió sus opciones), Campenaerts, Pedersen y Trentin. Nivelón de la fuga.


El Israel, el EF y el Uno X, que no metieron a ningún equipo en la fuga, tiraron del pelotón. El conmigo danés fue el que más duro trabajó para recordar las distancias. A 69 kilómetros del final se formó un corte tras el sprint intermedio con  Pidcock, O’Connor, Ion Izagirre, Houle, Neilands, Van Der Poel, Mohoric, Naesen, Abrahamsen, Asgreen, Powless, Bettiol, Laporte, Oss, Strong, Charmig, Philipsen, Clarke, Tiller, Mezgec, Durbridge, Wærenskjold, Groenewegen, Meeus, Van Den Berg, Turgis,  y Wright


Entonces empezó esa parte final de la clásica, que fue fantástica. Lo probaron primero Campenaerts y Clarke. Cuando esté lleno se quedó descolgado por culpa de los calambres, a falta de algo más de 30 kilómetros de la última cota del día, saltaron a por Campenaerts Asgreen, ganador de ayer, O’Connor y Mohoric. Laporte y Van der Poel saltaron en su persecución, aunque sin mucha convicción por parte del ciclista neerlandés. Luego lo probaron Bettiol, Trentin, Zimmermann y otra vez Van der Poel. 





El terceto de cabeza se mantuvo al frente. De los tres, estaba claro que O’Connor era el menos rápido, a pesar de lo cual colaboró hasta el final. Entre Asgreen y Mohoric todo está mucho más igualado y el final fue de infarto. El error de la realización, que tardó más de la cuenta en mostrar la foto finish, le añadió más emoción a ese final. 




Mañana, última etapa de montaña con, atención, seis puertos, uno de tercera, tres de segunda y dos de primera. Estos últimos son además los más cercanos de meta: Petit Ballon (9,3 kilómetros al 8,1%) y Col du Platzerwasei (de 7,1 kilómetros al 8,4%). 

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