Philipsen repite en un sprint caótico




Que la vida iba en serio, uno lo empieza a comprender más tarde, escribió Gil de Biedma. Que no todos los días va a haber ataques y lucha entre los favoritos en una carrera de tres semanas, que no todos los días son fiesta se empieza a comprender mucho antes. Y posiblemente ni una cosa ni la otra tengan solución. Otro poema, éste de Antonio Machado, nos recuerda que nunca es triste la verdad, lo que tiene es remedio. No ha sido la de hoy una etapa divertida ni memorable en el Tour, no, pero en una carrera de 21 etapas sí o sí habrá siempre algún día soso como éste


Todas las iniciativas que puedan poner en marcha los organizadores para hacer que días así sean los menos y que se busque algún aliciente en las jornadas llanas serán bienvenidas, sin duda. Y bienvenida sea la imaginación, ya sea en forma de bonificaciones, kilómetros de oro o cualquier otra alternativa. Pero no conviene engañarnos ni tampoco querer sorber y soplar. No queremos bajo ningún concepto oír hablar de acortar los días de competición de las grandes vueltas, y hacemos bien, porque las tres semanas son parte de la idiosincracia del Tour, el Giro y la Vuelta. Pero es que tampoco queremos etapas de corto kilometraje, porque se espera más dureza. Y no podemos olvidar que los recorridos no se elaboran por criterios exclusivamente deportivos. Las ciudades de salida y llegada pagan, hay otros condicionantes añadidos. Y luego está la actitud de los equipos. Sí, es verdad, se echa en falta en días como hoy que más gente ataque, que más equipos lo prueben, al menos para dejarse ver, pero, de nuevo, nunca es triste la verdad, lo que tiene es remedio. 


No está de más recordar también que lo de tener la retransmisión televisiva íntegra de todas las etapas del Tour es algo relativamente nuevo. Etapas así ha habido siempre, pero no se podían seguir tantas y tantas horas. Por eso mismo, claro, las carreras deben intentar hacer más atractivas estas etapas y, ya digo, estará bien que se intente innovar, pero en lo relativo a las etapas llanas y más bien sosas de las grandes vueltas creo que no conviene disparar las expectativas ni llevarse a engaño


Dicho esto, la etapa ha tenido un gran protagonista, un nombre propio claro: Jasper Philipsen. El velocista del Alpecin ha repetido victoria de etapa en un sprint peligroso y muy accidentado en el circuito de Nogaro. Varios corredores se han ido al suelo, incluidos Fabio Jakobsen y Luis León Sánchez, quien lamentablemente ha tenido que abandonar la carrera por culpa de una fractura de clavícula. El triunfo, inapelable, ha sido para Philipsen, que ha vuelto a contar con Mathieu Van der Poel como lanzador, ante Caleb Ewan. Philipsen también ganó el sprint intermedio, con lo que le arrebata a Victor Lafay el liderato de la clasificación de la regularidad. 


Los dos únicos corredores que han atacado hoy han sido Benoit Cosnefroy (Ag2r) y de Anthony Delaplace (Arkea), que formaron la fuga del día mucho más tarde de lo que es habitual en este tipo de etapas. 




Ojo porque mañana el escenario cambia por completo y el Tour llega a los Pirineos con una etapa mucho más exigente. Los ciclistas tendrán que afrontar las subidas al Col de Soudet (de categoría especial, con 15,2 kilómetros al 7,2%), el Col d’Ichère (de tercera, con 4,2 kilómetros al 7%) y el Col de Marie Blanche (de primera, con 7,7 kilómetros al 8,6%). La cima de este último puerto está a menos de veinte kilómetros del final. Mañana el día será bien distinto al de hoy. 




En el Giro Donne, Annemiek Van Vleuten ha reforzado aún más su liderato en la general, donde ya aventaja en más de dos minutos a la segunda clasificada, que pasa a ser la gran protagonista del día, Antonia Niedermaier, que ha ganado la etapa. La joven ciclista alemana, de 20 años, ha logrado resistir ante el empuje de Van Vleuten y ha sumado un triunfo de etapa que confirma que está llamada a ser protagonista del pelotón. De momento, con la gran victora  de hoy ha entrado en el podio. 


Ahora Van Vleuten aventaja en 2:07 a Niedermaier, en 2:18 a Veronica Ewers, en 3:00 a Juliette Labous, en 3:14 a Gaia Realini y en 3:29 a Mavi García, que ahora es sexta en la general. 


Van Vleuten se ha repuesto de una caída seria en un descenso, algo que no ha conseguido Elisa Longo Borghini, quien ha sufrido otra caída y se ha dejado más de siete minutos en meta, a la que llegó muy dolorida. 




La etapa de mañana termina en un puerto de tercera categoría, así que es de esperar que mañana haya pelea entre las favoritas. 

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