La tercera etapa del Tour de Francia femenino ha tenido un final trepidante propio de un thriller. Julie Van de Velde, que formó en solitario la escapada del día, ha estado a punto de sorprender al pelotón comandando por el SD Workx, el equipo todopoderoso del pelotón. Van de Velde entró en el último kilómetro en cabeza y fue cazada a poco más de 100 metros de meta. Fue un esfuerzo fantástico y, aunque se quedó con la miel en los labios, merece sin duda toda la admiración. Tras ser cabeza de carrera en solitario durante 59 kilómetros le han sobrado poco más de 100 metros.
Al final, por la mínima, el pelotón echó abajo su aventura y Lorena Wiebes, la gran favorita del día, terminó imponiendo su ley por delante de Marianne Vos. La campeona de Europa ha contado como lanzadora con Lotte Kopecky, enfundada en el maillot amarillo de líder. Y el equipo neerlandés, por supuesto, cuenta también con Demi Vollering, la máxima favorita para la general, con permiso de Annemiek Van Vleuten.
Es insultante el dominio del SD Workx, que suma ya 50 triunfos en lo que va de temporada. ¡50 triunfos! De esas victorias, Wiebes ha aportado nueve. Gracias a las bonificaciones por su tercer puesto en la general, su compañera Kopecky cuenta con una renta mayor (seis segundos más) en la general. Ahora aventaja en 55 segundos a Lippert y en 1:05 a las principales favoritas.
Aunque la etapa del sábado con final el el Tourmalet y la contrarreloj del domingo condicionan mucho la lucha por la general, porque puede haber muchas diferencias en esas dos etapas, sobre todo en la del Tourmalet, la jornada de mañana parece propicia para ver batalla entre las favoritas. En los kilómetros finales se concentran las subidas a un puerto de segunda categoría (Côte de Moyrazès, con 4,6 kilómetros al 5,5%) y otro de tercera (Côte de Lavernhe, con 2,2 kilómetros al 7,1%).
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