La de hoy, por cierto, no era una carrera más para Van Vleuten porque se trataba de su último Mundial antes de la retirada. Hoy, más que contra sus rivales, la ciclista del Movistar ha corrido contra la mala suerte, ya que ha sufrido varios problemas mecánicos que le han impedido estar en la lucha por el arcoíris. El último, cuando afrontará la penúltima vuelta al circuito y tuvo que cambiar de bicicleta. Se dejó entonces 40 segundos con el grupo de las favoritas que resultaron insalvables. Una pena. Con todo, Van Vleuten ha entrado en meta sonriente y feliz, agradeciendo al público la ovación que merece una de las mejores ciclistas de todos los tiempos a las que a buen seguro echaremos de menos.
La carrera ha estado protagonizada durante unos cuantos kilómetros por el valiente ataque en solitario de la suiza Elise Chabbey, que abrió camino y llegó a tener una renta superior al minuto y medio. La perseguían su compatriota Marlen Reusser, las citadas Van Vleuten y Vollering, la belga Kopecky, la británica Deignan y la austriaca Schweinberger. Algo más atrás llegaba la danesa Cecilie Uttrup Ludwig, quien en la parte final logró llegar a la altura del grupo delantero y entrar en la lucha por las medallas, colgándose el bronce.
Hubo varios ataques para intentar dar caza a Chabbey. A 33 kilómetros del final lo probó Van Vleuten. Luego saltó a por ella Kopecky. No cuajaron esos movimientos. Al final de la penúltima vuelta llegó uno de los momentos clave de la carrera, un descomunal ataque Vollering que hizo sufrir a su compatriota Van Vleuten, que como decimos luego tuvo que cambiar de bici por culpa de un problema mecánico que la dejó fuera de las opciones de victoria. Chabbey entró en la última vuelta en cabeza pero ya con una renta exigua y sus rivales pisándole los talones.
En la última vuelta llegaron varios ataques y cortes hasta que Kopecky se marchó en solitario con una potencia descomunal. Entró el meta mirando atrás, negando con la cabeza en señal de incredulidad y con la boca abierta, como queriendo saborear lo que estaba consiguiendo, su primer Mundial en ruta, porque en la pista tiene seis oros ya. Mavi García ha terminado décima.
La de Volllering sido una victoria más que merecida y en meta una de las primeras felicitaciones que recibió fue la de Vollering, que le ganó a Ludwig el sprint por la plata, y que es compañero de equipo de Kopecky. El abrazo entre las dos en meta es una de las imágenes de esta carrera con la que se pone el broche de oro a unos Mundiales de ciclismo atípicos y diferentes en pleno mes de agosto con los que hemos disfrutado mucho y, todo hay que decirlo, gracias a los cuales Escocia ha ganado muchos puestos en la lista de próximos destinos a visitar.
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