La llegada del Picón Blanco ha revolucionado la Vuelta a Burgos. Si ayer el Jumbo-Visma de Primoz Roglic ya dio un golpe de autoridad en la contrarreloj por equipos, hoy el ciclista esloveno, que ultima su preparación para buscar su cuarta victoria en la Vuelta a España, ha ganado la etapa y se ha situado líder de la ronda burgalesa. Roglic se ha impuesto en meta por delante de su gran rival en la prueba, Adam Yates (Emirates), que fue el primero en lanzar el sprint. A su rueda llegaron Alekxandr Vlasov (Bora) y un magnífico Damien Howson (Q36.5), que han completado el cuarteto de los corredores que llegaron a meta en cabeza.
La etapa, como cabía esperar de su recorrido, ha dejado grandes diferencias. A falta de dos días para la finalización de la carrera, Roglic aventaja ya en 34 segundos a Vlasov, en 40 segundos a Yates, en 1:03 a Howson y en 1:36 a Enier Rubio.
Antes de que los favoritos se movieran en el Picón Blanco, los protagonistas de la fuga inicial de la carrera fueron Xabier Berasategi (Euskaltel-Euskadi), Mattia Bais (Eolo Kometa), Matteo Fabbro (Bora), Jaakko Hänninen (Ag2r), Raúl García Pierna (Kern Pharma), Filippo Conca (Q36.5), y Jesús Ezquerra (Burgos BH).
En la lucha por la general, el Emirates parecía llevar las de ganar en la subida al puerto, ya que se quedaron en cabeza tres corredores del equipo: además de Yates, Jay Vine y George Bennet. Por su parte, Roglic se quedó sin compañeros, aunque no le importó demasiado. Yates no pudo descolgar al esloveno. Una caída en el descenso hizo perder tiempo a Vine. En cabeza quedaron Roglic, Yates, Vlasov y Howson, los cuatro más fuertes del día. En su persecución, Vine, Rubio, Javier Romo (que ha hecho una etapa soberbia) y George Bennett.
Los cuatro de cabeza se pusieron de acuerdo y llegaron a meta con tiempo de sobra para que el podio provisional y la lucha por la etapa quedara en sus manos. Adam Yates, que se pone líder de la clasificación de la montaña, entró en la recta de meta cerrando el cuarteto delantero y fue el primero en lanzar el sprint. Roglic midió muy bien la distancia y no le dio opción real. Es la décima victoria de la temporada para el corredor esloveno, que ha ganado todo lo que ha corrido: la Tirreno-Adriático (más tres etapas), la Volta a Catalunya (más dos etapas) y el Giro de Italia (más una etapa). Inmejorable camino hacia la Vuelta, donde compartirá galones en el Jumbo-Visma con el flamante vencedor del Tour, Jonas Vingegaard.
Antes de la jornada final en las Lagunas de Neila, mañana habrá un final que pica hacia arriba, con una subida de 2,3 kilómetros al 5,4% en la meta en Pradoluengo.
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