Las pruebas en línea junior de los Mundiales de ciclismo tienen siempre interés en sí mismo, por la posibilidad de ver en acción a las estrellas del futuro y por lo caótico y atrevido que tiene siempre el ciclismo en estas categorías, pero además tienen el aliciente añadido de ver el circuito en el que se disputarán las pruebas élite. Tras ver las entretenidas carreras junior femenina y masculina, se confirma que estamos ante un circuito técnico, con muchas curvas, sin grandes subidas, pero sí con más de un muro corto y explosivo. Un circuito exigente en el que no parece nada fácil de controlar la carrera por parte de un equipo, lo que invita a pensar que mañana podemos ver una carrera imprevisible en el Mundial élite masculina.
El Mundial siempre es una prueba de desgaste y este circuito, no especialmente duro, pero muy, muy técnico y exigente, hace aún más difícil anticipar lo que puede ocurrir mañana. Es cierto que no se pueden sacar conclusiones precipitadas de las pruebas junior, que en ambos casos se han resuelto con un triunfo en solitario fruto de una escapada, porque el ciclismo junior es siempre más alocado e incontrolable. Pero lo visto hoy sí da pistas. Las subidas son cortas, desde luego, sin suficiente dureza para marcar grandes diferencias, ni hay terreno material para hacerlas, pero, ojo, porque no hará falta abrir una gran distancia en la vuelta final o en las dos ultimas vueltas. Dado lo técnico del circuito, con constantes curvas, sin grandes rectas, un ciclista o un grupito de corredores con potencia y habilidad que logren tomar unos segundos de ventaja sobre el gran grupo pueden perfectamente dar la sorpresa.
La lluvia, que hoy ha aparecido en la parte final de la prueba junior femenina y que casi no ha estado presente en la masculina, puede ser clave. Con el circuito mojado, la peligrosidad se dispararía, lo que haría aún más impredecible la carrera de mañana, en la que en teoría sí se prevén lluvias.
Mañana Bélgica es sin duda el equipo referente. Lo es porque tiene al vigente campeón, Remco Evenepoel, pero también porque cuenta con Wout Van Aert como otro firme candidato a la victoria final, además de Jasper Philipsen en caso de que se llegue al sprint. El eterno rival de Van Aert, el neerlandés Mathieu Van der Poel, es otro favorito a la victoria. Nadie debería descartar a Tadej Pogacar. Es verdad que las subidas finales no son demasiado largas, pero al esloveno, que es un corredor con mucha punta de velocidad y muy explosivo, le gusta jugar y este circuito es para ciclistas con ganas. Y de eso el esloveno va sobrado después de caer derrotado en el Tour ante Jonas Vingegaard, ausente en el Mundial y que ya piensa en la Vuelta. Otros corredores a los que les puede venir bien son ellos daneses Kasper Asgreen y Mads Pedersen, los franceses Julian Alaphilippe y Christophe Laporte, los italianos Matteo Trentin y Alberto Bettiol, el suizo Marc Hirschi o el australiano Michael Matthews.
Las opciones de la selección española no parecen muy elevadas. Sus bazas serán Ion Izagirre, Alex Aranburu e Iván García Cortina.
Eurosport y Teledeporte emitirán la carrera, que comenzará a las 10 de la mañana.
En la prueba junior femenina la selección francesa ha dado una auténtica exhibición. En la penúltima vuelta provocó un corte decisivo en el que se fueron hacia adelante la británica Roberts, la belga Moors y las francesas Gery y Bego. Esta última atacó y supo mantenerse al frente hasta el final para ganar en solitario gracias a su gran rendimiento, pero también al excelso trabajo de sus compañeras, que secaron cada ataque del grupo perseguidor. La británica Cat Fergunson se llevó la plata y la belga Fleur Moors el bronce.
En cuanto a las representantes españolas, Violeta Hernández terminó en el puesto 46, Natalia Alonso en el 57 y Laia Bosch en el 62. Ayala Serrano no pudo terminar.
En la carrera masculina, que también ha tenido un vencedor en solitario, en este caso, el danés Albert Philipsen, la prueba ha estado marcada por una fuga formada por el alemán Fietzke, el italiano Sierra, los noruegos Orn-Kristoff y Nordhagen, los daneses Storm y el propio Philipsen y el británico Brennan. Saltó a por él ellos el belga De Schuyteneer y luego lo probó el polaco Goszczurny, ambos sin éxito. La selección eslovena intentó echar abajo la fuga, pero no encontró la colaboración de otras selecciones ausentes de la fuga y no fueron capaces de dar caza a los escapados. Poco antes de que la fuga pasara por meta para empezar la última vuelta, Philipsen se fue en solitario y nadie lo vio ya hasta meta. Fue soberbio su demarraje. Sus compañeros de escapada pasaron a pensar más en las medallas de plata y bronce, que se aseguraron al quedarse ambos en persecución el alemán Paul Fietzke, y el noruego Felix Orn-Kristoff, que es hermano por parte de madre de Alekxandr Kristoff. El alemán ganó el duelo por la plata y los dos acompañaron al soberbio vencedor de la prueba, que ha sido claramente el mejor tras un gran recital.
Adrià Pericas, que terminó en el puesto 26, fue el mejor español en meta.
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